Editorial
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Feliz permanencia de los libros

Feliz permanencia de los libros

El CCH está conformado por una comunidad dinámica, diversa, llena de matices en cuanto a perfiles, vocaciones, asignaturas favoritas, inquietudes personales y profesionales, asuntos que les despiertan la curiosidad, incluso pasatiempos.

Pero hay un hábito que tanto alumnos y profesores despliegan no sólo porque representa una actividad inherente al proceso de aprendizaje, sino porque está adherida a su vida desde su formación familiar. Ese hábito es la lectura. Y esa práctica cotidiana no sólo se restringe al ámbito literario; nuestros lectores cecehacheros, de todas las edades, suelen concentrar su mirada en libros científicos, historiográficos, filosóficos o de cualquier materia imaginable. La lectura está instalada entre nosotros, no como invitada ocasional o una extraña en el sillón de la sala, sino como una feliz permanencia.

No resulta extraño entonces que las celebraciones en torno al libro tengan tanto eco en nuestro Colegio, pues es un lugar idóneo para ejercer la lectura. Una de esas celebraciones es la Fiesta del Libro y la Rosa, que nuestra casa, la UNAM, se ha encargado de abrigar y consolidar. Este festejo está basado en el Día Internacional del Libro, establecido así desde 1995 por la UNESCO, y en nuestro hogar académico se ha convertido ya en una gran tradición.

Este año, por cierto, se llevó a cabo, por segunda ocasión consecutiva, de manera virtual, pues el confinamiento impuesto por la pandemia lo ha requerido de esta forma. Sin embargo, la lectura siempre encuentra sus cauces, tal como los libros encuentran siempre a sus lectores. Este número de Gaceta CCH da cuenta de ese encuentro y de la celebración que se preparó para todos los cecehaheros, que se llevó a cabo desde el 23 de abril.