¿Cuál es la percepción que un profesor tiene sobre su desempeño informático? ¿Cómo observa su seguridad al usar texto o multimedia? ¿Cuáles son los programas informáticos importantes para la asignatura que imparte? Éstas y otras preguntas detonaron la reflexión sobre el actual perfil tecnológico de los académicos.
Alberto Ramírez Martinell, del Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior, de la Universidad Veracruzana, expuso estos puntos durante la conferencia “Saberes digitales de los actores educativos”, que dirigió a los académicos del CCH, como parte del ciclo de conferencias del Diplomado Educación en Línea. Educación a Distancia y Aprendizaje, del Centro de Formación Continua.
Conocer los saberes tecnológicos de los profesores permite organizar un plan de actualización informada y contextualizada para este sector; también sirve para dosificar el gasto de infraestructura tecnológica y conocer el horizonte de llegada de los estudiantes, explicó el investigador.
Dichos conocimientos y habilidades se miden a través de una encuesta y talleres, cuyos resultados permiten elaborar una gráfica que lleva al perfil tecnológico del maestro, con ello se identifican “puntos de oportunidades donde trabajar para poder alcanzar lo que se espera en dicho saber”, dijo.
En su experiencia en la Universidad Veracruzana, refirió, estos datos se han utilizado para medir la brecha digital y así poder acortarla, para tener certeza de los conocimientos que tienen en esta área los alumnos de primer ingreso, y también ha sido útil para actualizar el plan de estudios de una asignatura. Es decir, incidir en políticas públicas o institucionales.
Los saberes digitales, expuso Ramírez Martinell, son una estructura graduada de habilidades y conocimientos teóricos e instrumentales de carácter informático e informacional que los actores universitarios deben poseer, dependiendo de su disciplina académica.
Para llegar a los diez saberes básicos, el especialista explicó que tomaron como referencia los estándares de competencias TIC para docentes; las habilidades funcionales de TIC, habilidades TIC para aprender y habilidades propias del siglo XXI, de la OCDE.
Asimismo, la International Computer Driving License, de la European Computer Driving License; la National Educational Technology Standards para estudiantes, docentes, administradores, entrenadores y educadores de informática, del International Society for Technology in Education. Se cruzó información, se observaron las coincidencias y se logró la estructura de diez saberes.
Así, está conformada por ocho saberes informáticos y dos informacionales (aquellos que refiere la salvaguarda de la información, el acceso abierto, tipo de licenciamiento) y los dividió en cuatro rubros. El primero, Administración de sistemas, que comprende Administración de dispositivos, Administración de archivos y Programas y sistemas especializados.
El segundo, Manipulación de contenido digital, incluye Creación y manipulación de texto y texto enriquecido; Creación y manipulación de contenido multimedia, y Creación y manipulación de conjuntos de datos.
El tercer rubro, Comunicación, Socialización y Colaboración, contempla Comunicación y Socialización y Colaboración.
Y el cuarto, Manejo de información: Ciudadanía digital y Literacidad digital.
