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Libertad plena, súper ventaja

Pide trasmitir a los alumnos la identidad de la UNAM

Libertad plena, súper ventaja
Pide trasmitir a los alumnos la identidad de la UNAM

“Yo quería estudiar en alguna Preparatoria, pero cuando me enviaron al CCH Vallejo no tuve mayor problema; también era de la UNAM, no me arrepiento en absoluto. Ingresé en noviembre de 1977. Mi experiencia fue muy buena, estuve contento los tres años, aunque me mandaron al cuarto turno. Mi familia me pedía que me cambiara, pero me sentí tan a gusto con mis compañeros, la mayoría trabajaba y estudiaba, no iban a flojear ni a divertirse; me quedé con ellos y me sentí muy bien”, rememora Juan José Calva González.

El cambio de la secundaria al CCH no fue difícil, comenta el maestro en Bibliotecología. “Desde mi anterior escuela estaba acostumbrado a ser disciplinado; entonces, cuando llegué al Colegio tuve una libertad plena, completa y total. Yo me adapté y lo disfruté mucho”.

Calva prosigue en su recuerdo: “Me gustaba ir a la biblioteca porque nos dejaban trabajos en equipo”.

El académico elogia a sus profesores: “Eran buenísimos, me pude desarrollar en lo que quería. Esos años fueron mejores que la secundaria, que muchos añoran. Yo no, al CCH sí. En este lapso afiancé lo que quería estudiar, ingresé a Física, me iba muy bien en esa área, pero por problemas en casa tuve que trabajar”.

Física es una carrera sumamente demandante, explica, “con un trabajo de ocho horas y esta licenciatura opté por cambiarme. Al CCH le debo haber cursado Opciones Técnicas. En el último semestre tomé Bibliotecología, porque ya tenía problemas económicos, mis profesores decían que, si quería trabajar, ya tenía la constancia. Eso hice y a la primera encontré trabajo, me metí de bibliotecario”.

Después, relata, se cambió a Bibliotecología. “Ahora trabajo en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas”, resalta.

 

Apoyo presupuestal

El doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid considera que la mayor fortaleza del Colegio es la libertad que le hacen sentir a los alumnos. “Libertad para que empiecen a tomar decisiones y maduren; desafortunadamente muchos lo ven de forma negativa, pero es una súper ventaja junto con la excelente plantilla de profesores”.

Y dedica un comentario a los 50 años de vida del CCH: “Propondría un apoyo presupuestal para mantenimiento y elevar el número de instalaciones; un fuerte programa de educación continua para sus profesores, que siempre se les forme en cosas nuevas, en herramientas didácticas y tecnología, así como trasmitirles a los alumnos la identidad de la UNAM en su conjunto, no nada más de su bachillerato. Las licenciaturas y los posgrados, toda el área de investigación, con videos, conferencia o pláticas de manera continua, no nada más cuando ingresan”.

Al respecto de las llamadas fake news, Calva opina que la formación de sus alumnos los ayuda mucho a analizar las fuentes. 

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