luz

Ciclo Cecehacheros al Museo de la Luz

Es un tema que traspasa disciplinas del conocimiento

Ciclo Cecehacheros al Museo de la Luz
Es un tema que traspasa disciplinas del conocimiento

La luz es fundamental para el adecuado desarrollo de la vida, la propia existencia de la especie humana y, desde luego, para la subsistencia de todos los seres vivos que habitan la Tierra. Gracias a este fenómeno que podemos percibir con los ojos y llega hasta nuestro cerebro, es que “podemos conocer y experimentar el mundo que nos rodea, para explorarlo y adaptarlo”.

Así lo subrayó Edwin Roberto Ramírez Benítez, psicólogo y especialista en funcionamiento molecular del cerebro, durante la conferencia virtual “La luz: alimento para el cerebro”, llevada a cabo el 13 de abril dentro del ciclo Cecehacheros al Museo de la Luz.

Gracias a la luz, explicó el especialista, “es que contamos con un planeta hermoso y diverso, además de que nos ayuda a regular muchos aspectos de la salud, porque, repito, es alimento para el cerebro”.

La luz, prosiguió, es un tema que traspasa áreas y disciplinas del conocimiento, como la física, las matemáticas y las neurociencias. “En particular en psicología, la luz está relacionada con el comportamiento conductual humano, ya que ha cobrado un papel fundamental para entender cómo funciona el cerebro y cómo se generan procesos como la tensión, la memoria y la activación de ciertos grupos de hormonas”.

También es una herramienta en el ámbito de las neurociencias, pues gracias a la investigación sobre la luz “los especialistas pueden llegar más a fondo en el funcionamiento neuronal” e incluso explorar más profundamente, “al punto de comprender y generar estrategias de atención a enfermedades como la alteración del sueño o la depresión, ya que existen terapias de luz para recuperar los niveles de dopamina y serotonina, dos neurotransmisores que se relacionan con el estado de ánimo”, explicó el científico y exalumno del CCH.

En su exposición, Ramírez Benítez sostuvo que la luz puede tener efectos positivos y negativos en las actividades diarias de los seres humanos. Entre los positivos se encuentran su disposición a mejorar la formación de la memoria, que depende de la parte llamada hipocampo en el cerebro; asimismo, contribuye a que el cerebro cuente con los niveles óptimos de melatonina intraocular, y también ayuda en los niveles sistémico y de control de la presión intraocular, entre otros.

En cuanto a la parte negativa, que, además es causada por la acción humana, se encuentra la contaminación lumínica, que es un resplandor artificial, sobre todo nocturno, que se genera por la actividad de grandes grupos de poblaciones concentrados en las ciudades.

Este fenómeno es de interés para los científicos, debido a sus efectos en la naturaleza, tales como la repercusión en los ecosistemas, en el cambio climático y en el perjuicio de la salud humana, ya que, enfatizó Ramírez Benítez, “la generación de actividades que está relacionada con la luminosidad y el uso de la tecnología impacta la salud y el comportamiento de las personas”.

De acuerdo con datos de una encuesta efectuada por el INEGI en 2019, el uso continuo de internet, y con ello el uso excesivo de tecnología a través de aparatos electrónicos que emiten la llamada “luz azul”, como celulares, tabletas, computadoras de escritorio, televisores y consolas de videojuegos, están afectando la salud de las personas.

No obstante, ese aspecto fue desmitificado por el científico a lo largo de la conversación, pues, sostuvo, es muy bajo el volumen de luz que emiten dichos dispositivos a la vista de las personas.  

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