Editorial
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Con rumbo definido

Con rumbo definido

En un contexto complejo como el de la emergencia sanitaria, que ha convulsionado al mundo en muchos aspectos, incluido el educativo, el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) ha sabido estar a la altura de las circunstancias y hacer frente a los retos, apoyado en dos de sus grandes pilares: la vocación de sus maestros y la eficacia de su Modelo Educativo.

El trabajo coordinado de todas sus áreas, el apoyo de las autoridades centrales y la resiliencia de sus comunidades mantuvo funcionando en línea al Colegio, para que los cecehacheros no vieran interrumpida su formación integral ni perdieran sus expectativas de una futura vida profesional.

Digitalizar el aula, dotar a los alumnos de conectividad y comenzar un camino sin retorno hacia la modernización del proceso de enseñanza-aprendizaje, mediante la actualización docente, la reflexión colegiada y la continuidad de los procesos que dan certidumbre al Colegio, desde el Consejo Técnico, han sido sólo parte de lo andado.

Es por ello que, con resultados a la vista, se puede afirmar que la misión se ha cumplido y que hoy el Colegio avanza con rumbo firme y está listo para encarar, con entusiasmo renovado y garra universitaria, los desafíos que tiene por delante para mantenerse, como lo ha hecho ya por 51 años, como un sistema de bachillerato de vanguardia, capaz de ofrecer una educación de calidad para su alumnado.

Sin duda, este cuatrienio ha sido de grandes aprendizajes, especialmente los últimos dos años, en medio de la incertidumbre pandémica que, sin embargo, ha sacado a la luz lo mejor de los cecehacheros, que como el ave fénix han emergido, unos para cursar su licenciatura, otros para avanzar en su bachillerato y unos más apenas para reconocerlo, con un ánimo gozoso que habla del por qué por nuestra raza, siempre hablará el espíritu.