Rebeca Viurcos Sanabria, egresada del plantel Azcapotzalco, recibió en diciembre pasado el Premio Nacional de la Juventud por sus proyectos relacionados con el Covid-19 y llamó a los cecehacheros a que nunca se den por vencidos con sus sueños, por más raros o extraordinarios que parezcan, porque “todo se puede”.
Aunque a veces da miedo soñar en grande porque creemos que no lo vamos a lograr, “lo único que tenemos que hacer es esforzarnos y ser felices con cada etapa”, señaló la galardonada en la categoría Logro académico.
Reconoció que las metas no se alcanzan de un día para otro o en un solo paso, la perseverancia es la base, no desistir, rodearse de las personas correctas y seguir, no olvidarse de la gente a nuestro alrededor como la familia, los amigos y la escuela, además de hacerse metas a corto y largo plazos, no vivir al día, quizá no es fácil, pero todo se puede.
“A mí me fue muy bien, nunca fui a escuelas privadas ni necesité mucho dinero para llegar a ser quien soy; tuve oportunidades en escuelas públicas para aprender cuatro idiomas, sacar buenas calificaciones, tener estancias en el extranjero, la que hago actualmente en Alemania es gracias a que tengo un doctorado de la UNAM; creo que el gran problema es que la educación está centralizada y que la gente no se hace metas”, consideró.
Viurcos recordó que el CCH fue su primera opción porque varias personas de su familia estudiaron en el Colegio y para ella era importante obtener el pase reglamentado porque ya sabía que iba a estudiar Medicina, también le hablaron de la libertad que brinda la institución, por lo que no le costó trabajo adaptarse pues ya tenía claros sus objetivos a corto y largo plazos. “Para mí fue positivo, aproveché al máximo todo lo que el Colegio nos daba, estudié idiomas y realicé actividades extracurriculares como el baile hawaiano”.
La destacada estudiante agregó que fue hace ocho años que egresó del CCH, pero siempre valora todo lo que el Colegio, la UNAM y México le han dado, “porque fue gratis y siempre lo presumo con mis compañeros de escuelas de paga, es un gran orgullo haber pertenecido al Colegio, porque te brinda todo lo que necesitas y más, te pone todas las herramientas a tu alcance para que tú decidas si las tomas o las ignoras, pero si las tomas, entonces te promete un futuro”.
Otra cosa que agradece es que tuvo la fortuna de contar con profesores muy buenos. “En general mi experiencia fue buena, me encantó y volvería a entrar al CCH, lo recomiendo porque tiene todo lo que necesitas, creo que es el lugar perfecto, con una infraestructura excelente, de las mejores en México para estudiar el bachillerato”.
Viurcos Sanabria conocía el Premio porque varios de sus colegas lo habían ganado, “siempre tuve la deseo de ganarlo porque es un reconocimiento importante para los jóvenes más destacados del país. Cuando ocurre la pandemia me involucro al ciento por ciento en el tema Covid-19, comencé una investigación en pacientes que antes del virus estaban sanos y encontré cosas muy interesantes, escribí sobre diabetes y Covid-19; colaboré en un trabajo de neurocovid en el que observamos cómo el virus entra al tejido cerebral ante la barrera hematoencefálica. Hice una página: coronaask, donde la gente puede encontrar los mitos, realidades y preguntas frecuentes de Covid-19”.
Cuando salió la convocatoria encontró que se reconocería la trayectoria de jóvenes que específicamente hubieran ayudado a mitigar las consecuencias de la pandemia, entonces se postuló y ganó en la categoría de Logro académico.
“Fue una grata sorpresa, estuve a punto de no inscribirme porque leí otras hojas de vida con muchos más logros que yo y hubo algunos mentores que me cuestionaron haberme inscrito. Al ganarlo me llené de emoción, felicidad y orgullo, está dedicado a mí, a mi familia y a todos los que me han ayudado a no desistir”, aseguró.
Al hablar sobre los derechos de las mujeres, afirmó que le parece fundamental que se involucren todos, no sólo activamente, también en nuestras casas, con nuestros amigos, “porque hemos avanzado bastante, pero todavía no tenemos las mismas oportunidades como mujeres, por ejemplo, en el área de cirugía está muy marcado el rol de género, te discriminan porque no eres hombre y no vas a tener tiempo”.
Sobre lo que más extraña de México, dijo que es su familia y toda la gente que quiere, el clima, la comida, el idioma. “Cuando termine mi estancia voy a regresar”, aseveró.
