Muchos estudiantes en el CCH coincidimos en que es bueno que, en la medida de lo posible, las clases presenciales se regularicen en los planteles del Colegio porque hay muchas personas que aún no se acomodan a las clases en línea, otras que entienden mejor en el salón con el profesor y algunas que buscan interactuar con los compañeros y maestros para aprender, señaló Braulio Iam Toledo Pérez, estudiante del plantel Naucalpan.
Para no quedarse atrás en el camino en los estudios o abandonar el Colegio en estos momentos a causa de la pandemia por Covid-19, cree que es importante proponerse y cumplir metas a corto plazo, para darse cuenta de que se está avanzando; entrar a todas las presenciales y en línea, entregar los trabajos y hacer más amigos, para no desmotivarse y quedarse sólo en el camino de la preparación.
También, dijo, “me gustaría invitar a los del CCH a hacer contacto con los compañeros que por diversas situaciones no pueden estar al tanto de lo que está haciendo el Colegio para apoyarnos, para que de esta manera no se queden rezagados y puedan concluir sus estudios”.
Para Braulio, esta modalidad de clases híbridas, en línea y presenciales, que implementó el CCH es muy buena idea, “porque nos permite regresar a los salones dos días a la semana, organizados en grupos pequeños de alrededor de 12 personas por sección, para evitar contagios y continuar con el cuidado de la salud”.
Esto también es posible debido a que los planteles del Colegio son muy grandes y cuentan con suficientes espacios al aire libre para evitar aglomeraciones, consideró el joven de segundo semestre.
Sobre cómo fue su primera semana, destacó que el reencuentro con los compañeros y profesores estos días ha sido especial, “pues hemos logrado buena convivencia en las clases en línea y porque, de manera general, hay disposición para salir adelante ante las circunstancias de salud ocasionadas por el Covid-19 y la variante Ómicron”.
Cabe decir que algunos profesores decidieron continuar sólo con las clases en línea para evitar contagios, mientras otros optaron por las presenciales. “Por eso cuando estás en el plantel y pasas de una clase presencial a una en línea puedes acudir a los centros PC Puma, donde hay laptops y computadoras, o puedes conectarte con tu propio equipo o celular a la RIU y tomar la clase a distancia”.
Al entrar a estos espacios tienes que dejar tu credencial de la escuela y el personal te indica qué espacio ocupar para hacer tus actividades porque el internet es muy fluido, señaló.
Los salones de clase y laboratorios del plantel también se encuentran limpios y con las bancas repartidas para evitar el contacto entre las personas, además de que hay muchos botes de basura para desechar adecuadamente los cubrebocas, gel antibacterial y jabón en lugares estratégicos, “todo esto te hace sentir seguro en la escuela”, comentó.
También le ha gustado que algunos de los profesores en el salón de clases conectan sus computadoras personales a la red, para, desde allí, dar la materia a los compañeros que se encuentran a distancia y, así, todos podemos participar al mismo tiempo.
Ellos dirigen la cámara de la computadora al pizarrón e imparten en voz alta la clase para que todos escuchemos y expresemos dudas o comentarios, “ya que la participación en clase es importante porque ayuda a la retroalimentación, a despejar dudas personales y de los compañeros, que tal vez por timidez o pena no preguntan, pero así aprendemos todos”, concluyó.
