María Esther Izquierdo Alarcón, docente de educación física del CCH Vallejo presentó su visión de la igualdad de género en el aspecto motriz, es decir, desde la visión de la actividad física y deportiva, esto como parte de las actividades del 8M que realizó el plantel.
La académica explicó el enfoque de la mujer en el deporte, y su lucha por lograr la igualdad de género, la cual se remontó a la época clásica con los griegos, quienes buscaban mantener la mente sana en un cuerpo sano, “las mujeres hacían actividad física para mantener la salud y el cuerpo estético aun cuando gestaban, las espartanas se preparaban para la milicia igual que los hombres,” comentó.
En Grecia surgieron los Juegos Olímpicos, como evento religioso dando gratitud a los dioses por sus favores. Las mujeres atenienses, aunque hacían actividad física, no competían en las olimpiadas por considerarlas masculinas y las romanas solo hacían paseos.
n la edad media, bajo la hegemonía de la iglesia, el cuerpo es considerado un pecado, “se deben someter todo tipo de pasiones, deseos y sentimientos, se practicaba ajedrez, juego de pelota, atrapadas, escondidillas, baile y cacería o como acompañante de torneos y actividades caballerescas para los nobles, mientras las brujas - alquimistas, naturistas, herbolarias y astrónomas, tenían sus aquelarres, bailes de frenesí y alta expresividad corpórea que demostraba su posesión demoniaca,” mencionó la doctora en pedagogía
Explica que “en 1884 se creó el Comité para la Propagación de los Ejercicios Físicos en la Educación y en 1894 se instauran los Juegos Olímpicos modernos con Pierro de Fredy, quien estableció que: la mujer no participara en ellos, por ser una condición aberrante y contraria a la salud pública, al poder adquirir enfermedades o esterilidad”
Algunas pioneras son: Katherine Switzer que en 1967 corrió en el maratón de Boston, Alicia Millat la voz incómoda practicante de atletismo y canotaje, que fue la primera presidenta de la federación femenina deportiva, Charlotte Cooper, tenista Penta ganadora de títulos en Wimbledon y Enriqueta Basilio, primera mujer en encender el pebetero de los Juegos Olímpicos del 1968.
“La situación social de la mujer en el deporte, es una más de todas las injusticias que sufrimos las mujeres. La igualdad de género se refiere a la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de todas las personas, todos tenemos derecho al deporte. La equidad de género busca corregir esas desigualdades históricas, hoy existen documentos como La Carta Internacional de la Educación Física, la Actividad Física y el Deporte, firmada ante la Organización de las Naciones Unidas (UNESCO, 2015) establece que toda persona tiene derecho a la cultura física y a la práctica del deporte, corresponde al estado la promoción, fomento y estímulo conforme las leyes en materia respectiva"
“Además de un derecho; el deporte es una oportunidad de sentir confianza y bienestar, reconocer los alcances, empoderarse y sentir que somos capaces de estar alegres y listos para aprender a amarnos.” Finalizó
Al final de su participación, la deportista agregó;
“desde la niñez nos orientan con los roles de género; al niño le dan un balón para jugar en un espacio amplio y a las niñas una muñeca que limita su motricidad"
