Los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades 1971-2020 es una investigación educativa de trayectoria escolar que resume, prácticamente, medio siglo de las principales características e indicadores de las y los jóvenes que han cursado su bachillerato en el CCH.

En este trabajo, destaca el contexto histórico en cual fue imaginado y creado el Colegio, bajo el liderazgo de don Pablo González Casanova y un importante grupo de distinguidos universitarios, cuyo esfuerzo rindió frutos el 26 de enero de 1971, con la aprobación, por parte del H. Consejo Universitario, de los documentos del Plan y programas de estudio del CCH, que abriría sus puertas el 12 de abril, en los planteles Azcapotzalco, Naucalpan y Vallejo, y un año más tarde en Oriente y Sur.

Desde luego, la composición del sector estudiantil experimentó una serie de cambios, a lo largo del tiempo, en la edad de ingreso, situación económica y familiar, trayectoria académica, resultados de aprovechamiento escolar, perfil de egreso y elección de las carreras de mayor demanda, para continuar sus estudios en el ámbito profesional.

En términos generales, se puede afirmar que un buen porcentaje de jóvenes, en los años setenta, tenía veinte años y otro importante número de ellos contribuía, mediante el trabajo, a los gastos de su casa; lo cual era posible porque en el Plan de estudios original las clases no superaban las veinte horas a la semana y había cuatro turnos a elección de los estudiantes, no obstante, con la actualización de este importante documento, en 1996, se instauraron sólo dos turnos, disminuyó la edad de ingreso al Colegio, y decreció la matrícula en poco menos de 9,000 alumnos.

Posteriormente, el Colegio adquirió el rango de Escuela Nacional, aunque debió perder la Unidad Académica de los Ciclos Profesional y de Posgrado (UACPyP), cuestión que debemos lamentar, ya que la formación del profesorado en temas específicos del bachillerato y, en general, la reflexión y los aportes de este nivel de estudios a la Universidad y al bachillerato nacional, parece no ser entendida y no tener un lugar específico en las escuelas, facultades e institutos.

Pero el lado positivo de la actualización del Plan y programas de 1996, se apreció en el aumento del aprendizaje de los jóvenes y en el porcentaje del egreso, ya que la eficiencia terminal en los años setenta no superaba el 30% y entre los ochenta y noventa no alcanzaba el 40%; no obstante, a partir de los años 2000 se ha elevando paulatinamente hasta alcanzar un 70%, sin descuidar, desde luego, el aprovechamiento académico.

Sin embargo, una zona de oportunidad sigue siendo la orientación vocacional, ya que las y los estudiantes, quizá por el peso de la tradición social y familiar, continúan eligiendo una docena de carreras y dejan fuera más de 120, que la UNAM ofrece actualmente.

Estos y otros datos de interés están a disposición del lector en la investigación Los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades 1971-2020, la cual podrá ser de utilidad para quienes deseen profundizar en estos temas, en el marco del actual proceso de la revisión y ajuste al Plan y programas de estudio del Colegio.
 

Dr. Benjamín Barajas Sánchez
DIRECTOR GENERAL DEL COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES