rosalina tuyuc

igualdad de genero

Marzo, mes de la mujer (En Latino América derriban los obstáculos)

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Marzo, mes de la mujer (En Latino América derriban los obstáculos)

El ocho de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y por ello quiero presentarles a tres activistas sudamericanas que han dejado huella en su andar, mujeres que se han sobrepuesto a situaciones adversas, sin dejarse apabullar e iniciando cada una en su ámbito una lucha por hacer un cambio que beneficie a sus comunidades.

La primera de ellas Rosalina Tuyuc, nacida en 1956 en San Juan Comalapa, Chimaltenango, Guatemala. En 1988, en respuesta al asesinato de su padre y su esposo durante la guerra civil, ayudó a fundar la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA), una organización de base que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apoya. En 1994 fue premiada por la Orden Nacional de la Legión de Honor francesa por sus actividades humanitarias. Fue diputada congresal en 1995 y durante su ejercicio fue vicepresidenta del Congreso. Posteriormente, en 2004, fue nombrada presidenta de la Comisión Nacional de Resarcimiento para investigar los delitos cometidos durante el conflicto armado en Guatemala, y en 2012 la Fundación de Paz Niwano le otorgó el Niwano Premio de Paz en reconocimiento a su extraordinario trabajo por la paz como valiente activista, líder de los derechos humanos, ella expresa su sentir al declarar que “las voces y los corazones de las mujeres son armas para terminar con la impunidad”.

La segunda mujer es Tarcila Rivera Zea, nacida en 1950 en San Francisco de Pujas, Ayacucho, Perú. Una pequeña indígena de lengua quechua tuvo que aprender español a la edad de 8 años, siendo víctima de toda clase de discriminación por su condición de mujer andina. Sin embargo, siguió adelante y en la década de los años setenta fue secretaria archivística y bibliotecología en el Ministerio de Cultura de Perú. Años más tarde colabora como periodista en la revista Pueblo Indio del Consejo Indio Sud Americano (CISA), donde recogió testimonios de las mujeres indígenas donde denunciaban el abuso de haber sido objeto y por ello fue invitada a cursos de especialización en derechos humanos en la Haya, Holanda y el Centro Internacional de Educación en Derechos Humanos en Charlottetown, Canadá. En 1987 participa en la redacción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, y en la conformación del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, organismo asesor de la ONU.

En 2012 es invitada por la ONU Mujeres para formar parte del Grupo Asesor Internacional sobre la Sociedad Civil. Es fundadora y presidente del Centro de Culturas Indígenas del Perú (CHIRAPAQ), así como del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA) y del Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI). Una frase que expresa su sentir es “Queremos que la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres sea una realidad en esta generación”.

La tercera mujer es Lottie Cunningham Wren, nacida en 1959 en Nicaragua, de origen indígena-miskito. Ella era enfermera fue testigo de tantas injusticias y exclusión a las mujeres indígenas en los espacios de toma de decisiones, estas acciones le hicieron regresar a la Universidad donde estudió derecho en la Universidad Centroamericana en Managua y tiene un doctorado en Jurisprudencia. Abogada y ambientalista nicaragüense, ha combinado elementos de derecho nacional e internacional para la defensa del derecho a la propiedad territorial de los pueblos indígenas y afrodescendientes se dedica a la defensa del territorio y la protección de ecosistemas locales. Fundó la organización Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (CEJUDHCAN), donde mantiene su compromiso para desarrollar el liderazgo de las mujeres a fin de promover cambios en sus condiciones de vida, en su familia y en su comunidad. Sueña con acceso a la justicia para los pueblos indígenas y afrodescendientes en la defensa de sus territorios. Una frase que enarbola su sentir es: “La justicia es lenta, deja huellas y llega con la paz”

Estas tres mujeres han logrado superar los límites que les imponían y están dejando huella en la historia de sus países y en Latinoamérica, como dijo Rosalina Tuyuc “las voces y los corazones de las mujeres son las armas para que logremos un cambio”.

“Las voces de las mujeres por fin se están escuchando"

 

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