Mafalda, miradas a “lo femenino”

Más vigente que nunca

Una niña que se mostró muy sensible a las desigualdades

Más vigente que nunca
Una niña que se mostró muy sensible a las desigualdades

Como una “ráfaga de viento fresco humano”, definió Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades de la UNAM, a la exposición Mafalda. Miradas a lo femenino, que alberga el Museo de las Constituciones (MuCo). Y es que aun cuando el feminismo era un asunto de los gabinetes de investigación de las universidades, la niña argentina “irrumpió en un diario para gritar que las mujeres contamos y que sin nosotras no se entiende el mundo, no camina, no funciona”.

Así lo consideró Valencia en un discurso que leyó Gabriela Breña Sánchez, directora del MuCo, y agregó que es una exposición que subraya la importancia de las mujeres en la existencia de todos, en la vida diaria y, en particular, en un contexto de violencia cotidiana como se vive en México, pues ayuda a imaginar mundos libres de violencia.

Ante los datos de feminicidio en México, los cuales han aumentado desde 2015, cuando se registraron 412; a lo que va de 2022 con 493, consideró que ésta, “puede ser revertida emprendiendo y apoyando acciones de educación, divulgación y sensibilización para todo tipo de público con la finalidad de fortalecer los lazos comunitarios que debilitan las inequidades del presente y logren un mundo equitativo para todo tipo de poblaciones”.

En este sentido, Tamara Martínez Ruiz, coordinadora para la Igualdad de Género de la UNAM, refirió que Mafalda no sólo lanzó preguntas a su presente, sino que lo hizo al futuro. “La mirada de la pequeña, incisiva, crítica y de feroz inteligencia llegó a nuestros días sin perder ni un ápice de su agudeza, de su entusiasmo y preocupación por el mundo que la rodeaba, de su curiosidad y rebeldía, y dentro de este mundo, por el papel de las mujeres, desde el intimísimo espacio del hogar hasta de la política internacional”.

Ni Quino ni Mafalda se llamaron feministas, destacó, pero no hizo falta, ya que “desde su lugar hicieron más por la sensibilización y la concientización de los temas de género de lo que miles de páginas escritas en todas las lenguas han logrado”. Además de que mostró la capacidad de “ser sensible ante las desigualdades y las diferencias, aceptando y dialogando con quienes piensan distinto. Imaginando conjuntamente alternativas para una vida mejor, sin activismo declarado, pero con humor sutileza y sensibilidad, vaya fórmula la de Mafalda”.

Por su parte, Julieta Colombo Marrón, en representación de sucesores de Joaquín Salvador Lavado (Quino), desde Argentina, compartió, en línea, que el artista siempre fue feminista. Tan así que, en 2019, un año y meses antes de su fallecimiento, se publicó el libro Femenino singular, que es una recopilación de las tiras de Mafalda sobre su particular mirada sobre la mujer, el hombre y la familia, y una selección de éstas componen la exposición.

El libro, explicó, fue publicado bajo el contexto del movimiento argentino Ni una menos, en 2015, un colectivo de lucha de mujeres que reivindicaron sus derechos en el país.  “Entendíamos que con Quino nos permitía mostrar diferentes miradas de la temática feminista”, afirmó.

Al hacer uso de la palabra Mireya del Pino Pacheco, directora de Estudios y Políticas Públicas, del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), curadora invitada, y gran admiradora de Mafalda, refirió que, en la labor por alcanzar la igualdad de derechos de las mujeres, aún hay mucho por hacer de frente al problema estructural y sistémico que es originado por el influjo de los estereotipos a las mujeres.

Compartió que, de acuerdo con la Encuesta Nacional para Prevenir la Discriminación en México, del Conapred, de 2017, entre mujeres de 18 años y más, 60.5 por ciento está de acuerdo en que lo más importante para una mujer es ser madre; 43.1 está de acuerdo con que el hombre sea el principal proveedor, y 22.5, que el trabajo doméstico y no remunerado deben hacerlo sólo las mujeres.

Ante esto, afirmó, la iniciativa de la exposición es aplaudible, ya que nos acerca a “las preguntas tan vigentes que nos debemos todas y todos que se hacía Mafalda hace más de cinco décadas. Que todas las personas que lo vean se las hagan también. Deseo que despierte inquietudes y toma de conciencia (…) a pensar en que necesitamos un sistema nacional de cuidados para que todas las personas podamos gozar nuestras libertades en igualdad de condiciones”. 

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