La obra del poeta zacatecano Ramón López Velarde llega a los lectores jóvenes del Colegio de Ciencias y Humanidades de la mano del escritor Felipe Garrido, quien va desdoblando poco a poco los versos de quien “legó una forma personal de mirar y de amar el México que conoció”, como lo define.
Novedad de la patria. Ramón López Velarde forma parte de la colección La Academia para Jóvenes, que edita el Colegio de Ciencias y Humanidades, que ofrece una serie de títulos que refuerzan la formación en los campos de las ciencias experimentales, así como en las humanidades, provenientes de las plumas de la institución homóloga; con estas obras se busca despertar en los estudiantes vocaciones así como vincularlos con los proyectos de investigación de connotados especialistas, comenta Felipe Garrido.
El título de la obra es un homenaje al poeta en la conmemoración de su centenario luctuoso, hace dos años. En el texto introductorio, explica Alejandro García, el estudiante encontrará en cada una “de sus 140 páginas y diez apartados, explicaciones, anécdotas, pasajes biográficos, anotaciones, referencias a su prosa (…) sugerencias para la lectura placentera, la armónica comprensión del poema La suave patria, escrito el 24 de abril de 1921”.
Su autor, Felipe Garrido, refiere, es un ferviente admirador del poeta modernista, como muestra de ello, se destaca que el que haya realizado “dos ensayos, cinco ediciones y tres conferencias que han abordado, desde diferentes aristas, el mosaico poético del escritor nacido en Jerez, Zacatecas, el 15 de junio de 1888”.
Además sitúa al poeta como parte esencial que surgió en Hispanoamérica, en 1880.
“Es una manera de sentir, de pensar, de imaginar, que rebasa los límites de la literatura y se desborda en otras manifestaciones artísticas. Es una ética, una estética, una retórica, una erótica y una política. Una manera de apurar la vida y la muerte”, explica.
De hecho, “aportó a su tiempo una nueva concepción de la iconografía y de la composición, un nuevo sentido de la obra de arte; en su obra culminan los temas que habían ocupado a la pintura mexicana desde, por lo menos, medio siglo atrás. Su extraordinario dominio de la técnica se conserva como un ideal al que es dable aspirar”.
La edición, que es descargable en su versión digital de manera gratuita, presenta al lector la oportunidad de ir paso a paso en la comprensión del poema que dedicó a México, pero además proporcionando también parte de otras de sus obras.
“Comencemos, pues, con ese poema. Léelo con cuidado, línea por línea, en voz alta. Si no entiendes todo en la primera lectura, no importa; déjate ganar por su música. Eso es ya comenzar a comprenderlo”, invita al lector cecehachero.
Por lo anterior, el escritor propone fijarse en la música y en la precisión de las palabras; “en lo sorprendentes que son sus adjetivos … porque no son obra del capricho, sino exactos: definen con puntualidad lo que quiere decir”.
Para López Velarde, comenta,
“la patria no es cuestión de batallas y proclamas políticas; la patria es el paisaje que nos rodea, el barrio donde vivimos, las calles por las que vamos a la escuela y al trabajo, las memorias de los mayores, las mujeres y los hombres que vemos por la calle, las fiestas, las devociones, los sentimientos, los duelos y los amores. La patria la llevamos por dentro”.
Una obra imprescindible para los universitarios. En su centenario, Vicente Quirarte señalaba que leer a López Velarde es un acto de fe, necesario y útil para cualquier mexicano y para cualquier lector de poesía.