El Colegio de Ciencias y Humanidades está de manteles largos, luego de que este 26 de enero se cumplen 52 años de que el Consejo Universitario de la UNAM aprobó, en 1971, la creación de este bachillerato de vanguardia, por el cual han desfilado más de un millón 40 mil alumnos, que se han visto beneficiados con sus principios pedagógicos.
La creación del CCH tiene sus orígenes en el proyecto Nueva Universidad, que se impulsó bajo la rectoría de don Pablo González Casanova, quien preveía la modernización de los bachilleratos del país con la aplicación de las nuevas tendencias didácticas y pedagógicas.
Dicho proyecto dio pie a la creación del Centro de Didáctica, cuyo propósito era formar a los profesores tanto del bachillerato como de las nuevas escuelas superiores de la UNAM.
De acuerdo con datos históricos del Colegio, en la XII Asamblea de la Anuies se sentaron las bases para la reforma integral de la educación superior, con lo cual se buscó crear un sistema que atendiera la creciente demanda de ingreso a nivel medio superior en la zona metropolitana e
impulsara la transformación académica de la Universidad con una nueva perspectiva curricular y nuevos métodos de enseñanza.
En este trabajo fundacional concurrieron los coordinadores de Ciencias y Humanidades de la Universidad, Guillermo Soberón y Rubén Bonifaz Nuño; los directores de las facultades de Filosofía y Letras, Ricardo Guerra Tejeda; de Ciencias, Juan Manuel Lozano; de Química, José F. Herrán; y de Ciencias Políticas y Sociales, Victor Flores Olea, así como el entonces director de la Escuela Nacional Preparatoria, Moisés Hurtado.
El resultado fue un plan, liderado por González Casanova, para crear un sistema innovador al que finalmente se denominó Colegio de Ciencias y Humanidades, cuyo Modelo Educativo se propuso “conjuntar la cultura básica y la formación ética y social de los alumnos considerados sujetos de la cultura y de su propia educación, formados por los métodos científico experimental e Histórico social, y por dos lenguajes: el español y las matemáticas”.
Desde entonces, sus principios pedagógicos de Aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser han impulsado la formación integral de miles de jóvenes en sus cinco planteles, que hoy se congratulan de los logros de egresados y egresadas que en sus instalaciones han forjado los cimientos de una carrera exitosa, en los diversos ámbitos de la vida pública en los que se desarrollan.
Tras la pandemia por Covid-19, que obligó a adoptar un modelo de educación a distancia, híbrida y de nuevo presencial, el Colegio llega a este aniversario en una nueva etapa, con el reto de enriquecer los procesos de enseñanza-aprendizaje de sus alumnos, retomando lo mejor de las prácticas de la educación mediada por tecnologías. Una tarea que, a decir de sus directivos, lo mantendrán como una institución de avanzada en la Educación Media Superior del país.
