En nuestro plantel se realizaron actividades conmemorativas al día nacional del ajolote, que iniciaron con la conferencia “las aventuras del axolotle de Xochimilco, un superhéroe de verdad” a cargo del maestro Horacio Mena González.
Donde explicó que hace 12 años esta creatura era un animal olvidado, al punto que en el zoológico de Chapultepec lo tenían en bodegas, y era una forma de castigo para los que vigilaban este espacio, “me ha tocado ser parte de rescate de este animalito que, en mi visión es un superhéroe” narró Mena González a manera de introducción.
El ponente detalló que, para él, el ajolote es un personaje salido de historietas por sus orígenes, que no son humanos, por sus “poderes”, sus capacidades especiales, al poseer gran inteligencia y habilidades que se considerarían atléticas.
En tiempos del México precolombino era una deidad a la cual le dieron características similares a las del dios griego Loki, pues se escondía, era escurridizo. Durante la conquista, comenzó a ser comido por los aztecas debido a la escasez de comida. Para el siglo XIX esta especie comienza a ser estudiado con gran importancia gracias al biólogo Alexander Von Hulmboldt quien lo lleva a Europa y de ahí nace un interés por saber más de esta creatura que experimenta sus primeros viajes en cautiverio.
El maestro continuó la ponencia explicando los superpoderes que poseen estos monstruos de agua; son sensibles a las alteraciones fisicoquímicas del agua, a los cambios de temperatura, cambios en las concentraciones de oxígeno y es depredador de moscos transmisores de enfermedades.
Mena González explicó que llevó a cabo un procedimiento quirúrgico en el que se implantaron trasmisores, mejor conocido como telemetría, para estudiar el desarrollo del ajolote en su habitad natural. Después de haber concluido su proceso de sanación el animal fue liberado y posteriormente fue liberado durante tres meses para ser estudiado a distancia, permitiendo conocer sus hábitos y curiosidades como: horas de sueño, comida, entre otras.
Tras este periodo de prueba el ajolote fue recapturado y mostró una mejora en su peso, en su cola y tuvo actividades diferentes a las que mostró en cautiverio. Otro descubrimiento fue el que no les gustaba la presencia humana o de depredadores.
Para finalizar Mena González explicó el proyecto Chinampa efugio como una estrategia para el rescate y conservación del ajolote en Xochimilco con una barrera física de plantas acuáticas nativas y un modelo de desarrollo sostenible en el lugar para reactivar la chinampería y proteger el hábitat natural de este animal, para que con el beneficio de la región el ajolote se pueda desarrollar en chinampas con agua de riego sin contaminantes, ya que “un ajolote no es un ajolote sin Xochimilco” concluyó Mena.