Vicente Quirarte, investigador y profesor de la UNAM, recibió un homenaje a su larga y prolífica carrera, con motivo de sus 70 años de vida.
El homenaje contempló el coloquio “Vivir es escribir con todo el cuerpo”, que se llevó a cabo entre el 19 y el 21 de agosto en la Biblioteca Nacional de México, entre otras actividades.
Para Quirarte, el reconocimiento “es un homenaje a la Universidad en uno de sus hijos porque yo le debo a la Universidad todo, me pongo a pensar en la poesía, en la narrativa, en el ensayo, en el teatro, y todo ha sido siempre apoyado por la Universidad. Yo le debo todo lo que soy”.
Quirarte nació en la Ciudad de México en 1954; es doctor en Literatura Mexicana por la UNAM y miembro de la Junta de Gobierno. También ha sido profesor, investigador, director general de Publicaciones, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas y de la Biblioteca Nacional de México.
Un tema central en su trabajo ha sido la Ciudad de México, como lo atestiguan sus libros Enseres para sobrevivir en la ciudad (1994) o Elogio de la calle. Biografía literaria de la Ciudad de México 1850-1992 (2001).
Como ensayista se ha internado en temas históricos y biográficos, siguiendo de cerca a poetas fundamentales del orbe de habla hispana.
“Empecé a estudiar a Luis Cernuda y a Gilberto Owen porque en su momento eran poco estudiados. Al cabo de los años me da gusto ver que se les considera muy importantes. Cernuda, por ejemplo, es admitido como uno de los mejores poetas de la generación del 27”, señala el escritor.
En el centro de su producción literaria se encuentra su propia poesía, con más de 20 volúmenes. Poeta de lo histórico y de lo erótico, despunta en la tradición mexicana del siglo XX, no tan cercana ni afecta a los temas del cuerpo.
Pero lo histórico es aún más poderoso en su producción teatral, baste recordar obras como El fantasma del Hotel Alsace (Los últimos días de Oscar Wilde) o Melville en Mazatlán.
“Yo creo que hay una intención de rescatar a los personajes de la historia y de ponerlos en situaciones comunes y corrientes. También me ha acercado a ellos su carácter extraño, gótico”, propone Quirarte.
Otro derrotero literario favorito del escritor es la literatura fantástica. “Hay una fascinación por los fantasmas, por lo otro, desde niño. El vampiro siempre está presente y, por supuesto, H. P. Lovecraft, a quien sigo leyendo, porque nos da una idea diferente del horror. En la obra de teatro que estoy escribiendo ahora, Lovecraft se salva del cáncer que lo aqueja y viene a México. Se instala en Azcapotzalco”, concluyó con una sonrisa.