A principios del siglo XVIII, la ciudad de Sevilla, en España, se convirtió en el escenario de una historia llena de conflictos y enredos cómicos que mantuvieron atentos a quienes los presenciaron.
Se trata de No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague El convidado de piedra, de Antonio de Zamora, quien fue un dramaturgo de la época pos-barroca, la cual se caracterizó por la crisis del imperio español y el declive de la literatura del llamado Siglo de Oro.
Esta obra importante en la literatura hispana tiene una trama donde intervienen 17 personajes. En 16 escenas exponen el conflicto y muestran sus aspiraciones, deseos y frustraciones, a decir de los especialistas en el género.
El convidado de piedra es un drama con una buena dosis de realismo, lo cual perfila una solución práctica al problema de la culpa y el castigo que merece el personaje principal (Don Juan) por sus excesos de hombre libertino.
Por lo anterior, la Colección Textos en Rotación del Colegio de Ciencias y Humanidades pone a disposición del alumnado y profesorado este título, que puede ser descargado en su versión PDF en la página https://gaceta.cch.unam.mx/es, en la sección “Mis Libros CCH”.
De esta forma, se espera que los lectores constaten cómo el protagonista tiene la oportunidad de arrepentirse de sus acciones.
En la obra, personajes como Doña Beatriz, Camacho y El Rey no titubean en escarmentar a Don Juan para que rectifique el camino y siga la senda de la moral, en un tiempo complicado lleno de excesos y mesura, o entre el bien y el mal.
El contexto de la obra es la entrada al siglo XVIII, época donde la razón tiende a enfriar el fuego del infierno porque, entre otras cosas, la luz del pensamiento filosófico diluye los misterios oscuros de ultratumba.
No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague y El convidado de piedra es una obra situada entre dos concepciones del mundo y también es el más claro antecedente del Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, explican los conocedores en el tema.
“(…) Quien, en el ambiente romántico decimonónico, logró que Don Juan se salvara gracias al amor de Doña Inés, cosa que Doña Beatriz no pudo hacer porque su espíritu había quedado recluido en la preceptiva religiosa de su tiempo”, se concluye.
USA LA IMAGINACIÓN
Sin importar la época o locación donde se desarrollan, las obras de teatro no se pueden leer de la misma forma que la novela o cuento de tus autores preferidos.
El secreto para gozar de ellas al máximo se encuentra en usar la imaginación durante la lectura.
El secreto consiste en imaginar lo que sucede en el escenario; por ello, se debe imaginar lo que los actores dicen en sus parlamentos, sus gestos y sus escenarios.
A manera de ejercicio queda un fragmento de la Escena IV del libro:
Dichos y Don Juan, Camacho y Doña Beatriz al balcón, está deteniendo a Don Juan.
(Don Juan se asoma al balcón)
DON JUAN Digo, ¿ah hidalgo?
DOÑA BEATRIZ Don Juan mira…
DON JUAN Que he de mirar, ¿si es infamia sufrir tanta demasía?
DOÑA BEATRIZ ¡Qué infeliz soy!
ESTUDIANTE 2 ¿Quién nos habla allá arriba?
DON JUAN Un hombre que sale a deciros en plata, que la pared de su cuarto no es poste de Salamanca, para tener rutolones de almagre y papel de estraza; y así pueden vuesarcedes, antes que baje, liarlas a otra parte.
ESTUDIANTE 3 Y diga usted, ¿qué discurre hacer si baja?
DON JUAN Echar el Víctor al suelo, y hecho estillas con la espada metérsele en la cabeza.
