El último mes del año llega con diversas celebraciones, quizá la más importante de ellas, la Navidad que, con excepción de una decena de países, es festejada por millones de personas alrededor del planeta, es el caso del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), donde su comunidad, integrada por alumnos, docentes y personal administrativo, intercambian los mejores deseos.
“El mejor mensaje en esta época es el que emana de nuestro corazón y reconforta a quienes nos han acompañado a lo largo de este año, para que disfruten de estos días con aquellos que aceleran el latir de sus corazones”, ha dicho la maestra Silvia Velasco, secretaria general del Colegio.
Aunque el origen de la Navidad se remonta a celebraciones paganas, ésta se propagó con carácter religioso, y al paso de los años ha adquirido una serie de características que la identifican en cada lugar y cultura.
Su raíz etimológica hace referencia al latín nativĭtas, -ātis ‘nacimiento’ que, en el mundo cristiano, corresponde a la festividad anual que conmemora el nacimiento de Jesucristo.
Se sabe que fue en el siglo IV que la iglesia estableció la celebración solemne de la Navidad el 25 de diciembre, y no escapa a los historiadores el vínculo de dicha fecha con fiestas asociadas a Las saturnales, lo que hoy equivale al Solsticio de invierno.
A México, la celebración llegó con los españoles y en la Nueva España, con la influencia de las culturas originarias, rápidamente adquirió rasgos particulares. De acuerdo con los investigadores María Teresa Bosque y Carlos Méndez, “el periodo de las celebraciones de adviento concordaba con la conmemoración del mítico nacimiento de Huitzilopochtli, divinidad azteca, que según el calendario juliano iba del 7 al 28 de diciembre”.
La primera navidad de carácter religioso de los conquistadores fue con la misa conmemorativa del 25 de diciembre de 1519. Aunque, la historiadora Berenice Alcántara, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, asegura que fue con Fray Pedro de Gante en 1523.
A la fecha, es un día que preserva las motivaciones cristianas de renovación y esperanza, siendo motivo de unidad familiar y reconciliación. Es el colofón de 7 días de posadas y se celebra con una cena familiar y el intercambio de regalos y buenos deseos.
La celebración del Año Nuevo tiene su origen en 1582, cuando el papa Gregorio XIII dio la orden de instaurar el 1 de enero como el inicio del calendario gregoriano, para que éste sustituyera al juliano, introducido por Julio César en el año 46 a.C.
Hoy, el Año Nuevo es una festividad de occidente que celebra a nivel global el inicio del año, ya sea en familia o con amigos; también es fecha que invita a la revisión, el análisis de lo hecho en los 12 meses anteriores, y la proyección, organización y planeación del próximo ciclo.
