Documentos históricos como rogativas, periódicos, revistas y diarios de navíos fueron la base de estudio y análisis para abordar diversos temas relacionados con la evolución y cambios climáticos en lo que va del último siglo, se afirmó en la conferencia “Reconstrucción del clima a partir de diarios de navegación”.
Como se sabe, existen estas fuentes documentales, en particular los diarios de navegación, para reconstruir el clima desde la llegada de los españoles a América, apuntó Paulina Ordóñez Pérez, del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad, en su disertación hecha en el marco de las actividades del programa México 500 años UNAM, organizada por dicho centro de investigación.
Hay registros con los cuales se puede conocer la temperatura en 100 años y saber cómo ha aumentado en 1.2 grados centígrados a nivel global, desde 1880, cuando se considera la existencia de datos de todos los continentes y polos, agregó la doctora en Física de la Tierra.
En este caso, dijo, se apoyan en proxy climáticos, que es una escala temporal que permite estudiar las variables meteorológicas relacionadas con el clima, por ejemplo, el suelo, con sedimentos, cuevas o fósiles; en el hielo, las eras glaciares; en los árboles y en sus anillos, y en los históricos, con el registro de instrumentos. “Por ello, cuando más se retrocede en el tiempo, peor es la resolución temporal de los datos obtenidos y mayor su incertidumbre”, detalló.
Los estudios, continuó, se apoyan en rogativas, que son registros históricos de archivos eclesiásticos y científicos, de lluvias y sequías, eclipses, auroras y datos geomagnéticos.
Diarios, periódicos y revistas, donde ocasionalmente se recogían datos de instrumentos de medición, como barómetro y termómetros, y en diarios de navegación de los marineros que navegaban a vela y que en cierto modo eran meteorólogos.
Los marineros estaban atentos a la dirección y fuerza de los vientos puesto que su viaje dependía de ello. “Debido a sus observaciones se han podido aportar datos sobre las condiciones meteorológicas en la mar, desde el siglo XVI”, apuntó, tras señalar que estaban atentos al clima de los países que costeaban, ya que los abastecían de agua y alimentos.
“Gracias a las observaciones de estos marineros se han podido reconstruir series de climas pasados”, pero su utilidad no se había hecho evidente hasta las últimas décadas; por otra parte, el estudio de sus diarios implica dificultad en términos de tiempo para localizar datos en lugares y periodos concretos, así como lenguaje arcaico y términos en desuso.
Un ejemplo es elArchivo General de Indias (AGI), surgido en 1785 a instancias del rey Carlos III, de España, para unir en un solo lugar los documentos referentes a las Indias y el estudio de la administración española en el Nuevo Mundo, y enumeró ocho proyectos de digitalización de datos de diarios de navegación, de 2006 a 2009.
