Añobisiesto

El origen del año bisiesto

Fue el Papa Gregorio XIII quien estableció el actual calendario para el mundo

El origen del año bisiesto
Fue el Papa Gregorio XIII quien estableció el actual calendario para el mundo

Este mes de febrero tendrá 29 días en lugar de los 28 como en otras ocasiones. ¿A qué se debe? La razón es geográfica e histórica.

Nuestros antepasados se percataron del paso del tiempo observando las regularidades cíclicas de la naturaleza como la variación de las características de la vegetación y la fauna, la posición de las estrellas en el firmamento, las fases de la Luna o los puntos por donde sale el Sol cada mañana.

Dicha medición del tiempo ha recibido el nombre de calendario y aunque hay vestigios de uno utilizado en Escocia alrededor del año 8000 a. de C.basado en las fases de la Luna y el Sol, el primer calendario solar formal que conocemos es el egipcio, establecido en el año 3000 a. de C.

El calendario fundado en la medición del movimiento del Sol era más preciso y utilizable que el lunar por lo que se empleó mayoritariamente. Por su parte, los romanos utilizaron el año lunar de diez meses y después lo aumentaron a doce, aunque al final adoptaron el calendario solar de 365 días.

El astrónomo y geógrafo griego Hiparco midió de forma precisa el tiempo en que tarda el Sol en pasar dos veces por el primer punto de la constelación de Aries en la bóveda celeste.

El resultado fue 365.25 días y a este periodo se le conoce como año trópico. Cabe señalar que esta medición la habían obtenido primero los egipcios. Dicha cifra significa que cada año tenía un cuarto de día que no aparecía en ninguno de los meses del calendario.

Sabiendo que en cada año sobraba un cuarto de día, a lo largo de cuatro años se sumarían los cuatro cuartos que dan como resultado un día entero. Por lo anterior, se acordó que cada cuatro años se añadiría un día más a febrero, que en aquel entonces tenía 24 días. A estos años, con un día extra, se les llamó bisiestos.

Este calendario recibió el nombre de juliano debido a que fue Julio César, gobernante de Roma, quien lo instauró en el 46 a.C. El nombre de bisiesto deriva de bisextus (de bis-dos veces y sextus-sexto), porque en la época romana el día que se repetía era el sexto día antes de las calendas (o primer día) de marzo.

Después, se hicieron mediciones más precisas en las que se observó que el año no duraba 365.25 días sino 365.24. Para el año esta pequeña diferencia había provocado un desfase entre el equinoccio de primavera y el calendario, pues en vez de ocurrir el 21 de marzo lo hizo el día 11 del mismo mes.

Por la anterior razón, el calendario de las fiestas religiosas ya no coincidía con la primavera. El Papa Gregorio XIII constituyó una comisión para resolver este problema. Así, en octubre de ese mismo año, después del jueves 4 le siguió el viernes 15; esto significó un salto de diez días para hacer coincidir el calendario litúrgico con el equinoccio de primavera.

El aumentar un día cada cuatro años también generó desajustes, pero con el calendario gregoriano se realizaron otras adecuaciones para compensarlos.

Desde entonces ha quedado establecido que serán bisiestos los años divisibles por 4, excepto los múltiplos de 100 y de éstos se exceptuarán los que sean divisibles por 400. Esta es la causa de la existencia ocasional de 29 días en febrero.

Estos desajustes entre el calendario y los procesos astronómicos son resultado de que cuando la Tierra termina su movimiento de traslación al Sol, todavía no finaliza un giro completo sobre su propio eje.

*Profesora del plantel Sur.

 

Compartir: