paginas 26-27

Llega Enseñar y aprender lengua y literatura

En la publicación se expone la trascendencia de hacerlo con buena argumentación

Llega Enseñar y aprender lengua y literatura
En la publicación se expone la trascendencia de hacerlo con buena argumentación

“El debate: argumentación oral y escrita” es el tema del número 5 de la revista Enseñar y aprender lengua y literatura, publicación semestral a cargo del CCH, en la que María Isabel Gracida Juárez, coordinadora de la publicación, expone la importancia de este ejercicio en la enseñanza de nivel media superior.

En la introducción a su cargo, señala que en el bachillerato (antes y después) “saber argumentar es un aprendizaje fundamental en la formación de todo el alumnado para ser partícipe activo en las muchas complejidades de una sociedad democrática”.

Asimismo, la docente destacó la importancia de que las y los estudiantes del Colegio puedan ser capaces de usar una argumentación razonada, con la finalidad de que puedan “resolver los conflictos y, a la vez, para poder detectar las manipulaciones en el discurso de los otros y tomar posturas suficientemente claras en la defensa de sus argumentos”.

Integrada por siete artículos, la revista abre con la colaboración “Debatir o no debatir en TLRIID I y II”, del profesor Carlos Rivas Enciso, quien se refiere a la disyuntiva sobre argumentar y debatir, además de incluir propuestas de estrategias para debatir.

En “Una oportunidad para debatir con recursos digitales”, Nancy k. Frías Chaires aborda algunas opciones de recursos tecnológicos como la IA, las cuales pueden auxiliar en el debate desde niveles educativos básicos.

Por otra parte, en “Una propuesta para el debate cotidiano en el aula”, José Miguel Góngora Izquierdo expresa que es incuestionable la utilidad práctica del debate en las aulas escolares, ya que permite el desarrollo de la expresión oral entre los estudiantes, pero sobre todo la capacidad de argumentación, quizá una de las habilidades más importantes para la vida universitaria.

En su artículo “El debate en el aula: un menú para deleitar”, Sandra Cuapio y Paola Jiménez sugieren que desde el primer semestre (en todas las materias y, en especial, en el TLRIID) “nos deleitemos con aprendizajes vinculados a la comprensión y la producción de textos orales en el desarrollo de habilidades argumentativas”, en específico, “con discusiones o debates que le permita al alumnado expresar su punto de vista y sustentarlo con evidencias investigadas”.

Ricardo González, en su artículo “De la argumentación filosófica en el bachillerato”, señala que su tema forma parte del programa de estudios de la asignatura de Filosofía I, misma que tiene dos unidades.

“La primera es una introducción a la filosofía y la segunda se relaciona con contenidos de argumentación, llamada Pensamiento crítico, argumentación, diálogo y deliberación”. En ese sentido, en su trabajo expuso “la argumentación en la investigación científica y filosófica”.

A la publicación se suma la colaboración “El modelo Toulmin, una propuesta para debatir”, de Reina Cristal Díaz Salgado y Jaime Díaz Salgado, en la cual exponen los elementos que componen el esquema, las ventajas que se han observado al implementarse con el estudiantado, pero también se habla de las desventajas de su aplicación, a fin de que se consideren.

Por último, en el artículo “Transalfabetizar ¿para qué? Una aproximación a una propuesta didáctica para el CCH”, Tanya Guerrero y Fernando Martínez presentan reflexiones de la propuesta educativa que se generó en el Seminario Interdisciplinario e Interplanteles de Estrategias Transmedia.  

Compartir: