LACE y CREA, semillero de científicos

Su labor trasciende los laboratorios

Impulsan la formación y actualización docente

Su labor trasciende los laboratorios
Impulsan la formación y actualización docente

Compartir el aprendizaje de las ciencias es el motor que guía el trabajo en los Laboratorios Avanzados de Ciencias Experimentales (LACE) del CCH, donde se desarrollan múltiples actividades que favorecen la formación docente y alcanzan gran resonancia entre los jóvenes, para impulsar o descubrir sus vocaciones, sostuvo Taurino Marroquín Cristóbal, profesor de Química y responsable del LACE en el plantel Naucualpan.

“Se trata de un espacio donde profesores y alumnos trabajan estrategias didácticas, prueban y diseñan materiales que son utilizados en los programas operativos e institucionales y como apoyo al aprendizaje”, abundó Marroquín.

 Al ofrecer la ponencia “LACE, apoyo desde el Siladin”, señaló que otro trabajo importante lo desarrollan en el Programa Jóvenes hacia la Investigación en Ciencias Naturales y Matemáticas, así como el apoyo logístico que ofrecen para que, de acuerdo con el protocolo de equivalencias,  los profesores trabajen en diferentes estrategias o artículos de investigación, pues también se hace difusión de la ciencia.

Marroquín recordó que él y otros profesores han trabajado en actividades experimentales con enfoque ecológico. “Las muestras de experimentos las diseñamos de manera que las sustancias volátiles que se generan las hacemos fijar en sustancias que las neutralizan, una labor que ha desembocado en un manual de actividades bajo este enfoque, y que hoy es apoyado por Infocab”.

Durante la pandemia, destacó, el Siladin no se quedó estático debido a que se realizaron actividades interactivas que se grababan e incorporaban a un repositorio virtual; “tenemos una gran cantidad de materiales audiovisuales para el apoyo al aprendizaje que estuvimos compartiendo a través del canal de Pulso TV, del plantel Naucalpan del CCH”.

 

Divulgadores de la ciencia

Por separado, Gabriela Govantes Morales, profesora del mismo plantel, ofreció otra ponencia en la que detalló los trabajos realizados antes, durante y después de la pandemia en los Laboratorios de Creatividad (CREA).

Recordó que su misión es “promover la realización de actividades de iniciación a la investigación experimental, de campo o documentales extracurriculares para estudiantes de los primeros semestres, asesorados por profesores, a fin de permitir un mayor desarrollo de sus destrezas manuales e intelectuales de tipo científico experimental que los haga interesarse por las ciencias y estar motivados para dirigirse hacia las vocaciones científicas”.

Asimismo, se busca contribuir al desarrollo de los programas institucionales dirigidos a los estudiantes, como son Jóvenes hacia la Investigación en Ciencias Naturales y Matemáticas, en Ciencias Sociales y Humanidades, Estaciones Meteorológicas del Bachillerato Universitario y Olimpiada Universitaria del Conocimiento, así como organizar actividades para la formación y actualización docente.

Govantes expuso que durante la pandemia se observaron las diversas posibilidades de cómo trabajar, las páginas digitales se volvieron una herramienta fundamental para seguir en contacto con la comunidad , “nos convertimos en divulgadores de la ciencia”.

Realizaron una serie de videos titulados Reptileando ando, el primer concurso de cuento corto ecológico, videos sobre especies en peligro de extinción y ya extintas, cápsulas sobre mujeres en la ciencia, sin dejar de lado las actividades establecidas del Siladin, pero de manera virtual, como la     Feria informativa, la Jornada Estudiantil de Ciencias o Ciclos de charlas.

Además, se dio continuidad a los trabajos de investigación, que dio prioridad a la investigación documental y de campo. “Nos reinventamos, aprendimos a utilizar varios programas de video animado, sin duda fue un gran reto”.

Ahora, toca seguir con algunas actividades tanto de forma presencial como de transmisión en vivo, y retomar la investigación de todo tipo: experimental, documental y de campo.  Al final, “ya sea antes, durante o después de la pandemia, el Siladin ha seguido siendo un semillero de vocaciones científicas”, aseveró. 

Compartir: