Hay que reconocer la lucha de tantas mujeres anónimas y mujeres con nombre y apellido, quienes dieron su vida y fueron criticadas y señaladas por la causa de la equidad. Nosotras estamos sobre los hombros de las que trabajaron antes; hoy tenemos que construir para que otras puedan edificar su futuro sobre nuestros hombros, así lo consideró la académica Esperanza Lugo Ramírez, al referirse al Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz 2023.
El galardón lo otorga la Universidad Nacional Autónoma de México a las profesoras, investigadoras y técnicas académicas que se distinguen por su labor y aportaciones académicas y, con ello, hayan hecho más visible el trabajo de la mujer universitaria.
La profesora del plantel Azcapotzalco consideró importante hacer conciencia de que se debe labrar un futuro, pero antes hay mirar a quienes nos antecedieron para poder enriquecernos con su experiencia y pensar en un futuro que tenga un interés colectivo.
“Nosotros, todos los que fuimos formados por la UNAM, tenemos ese compromiso con México. Cuando pensemos en nuestro proyecto académico-profesional hay que ver cómo le vamos a aportar a la sociedad, a México y a la propia Universidad”.
Afirmó que el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz es doblemente bello y honroso, ya que los profesores del Área de Talleres la tienen como un referente cuando hablan de literatura, en específico, de poesía. Tal distinción la estimula a continuar y mantener la tenacidad en el trabajo, desarrollando labores tanto con los estudiantes como con la comunidad académica.
Asimismo, le permite a Esperanza Lugo colaborar con las compañeras académicas para que ellas también puedan tener la fortuna de ser distinguidas, ya que muchas de ellas no tienen la categoría de definitividad, sin embargo, trabajan mucho y se preparan constantemente.
“Me siento muy agradecida con la UNAM, con el Colegio y con mis compañeros, porque cuando se trabaja en un ambiente académico hay un enriquecimiento con la labor de cada colega, y eso me ha ayudado para lograr las metas en estos 20 años que tengo en la Universidad”.
Sobre la efeméride del 8 de marzo, la académica subrayó que no es una celebración, sino un reconocimiento a las mujeres que nos han antecedido y que, gracias a ellas y a su lucha, nosotras, ahora, tenemos la oportunidad de transitar en las aulas cuando antes sólo eran para la población masculina. Además, destacó la imagen emblemática de sor Juana, escritora que es un orgullo.
Entre las mujeres que admira, reconoció la labor de sus colegas: “Cuando entré (al CCH) me acogieron, me ayudaron y me proporcionaron muchas herramientas. Son mis mentoras y las considero también amigas porque hay un cariño. También a mi madre, quien no tuvo la oportunidad de transitar por las aulas universitarias, pero recuerdo que me llevó a presentar el examen de ingreso para entrar al bachillerato”.
Para finalizar, la docente, también egresada del plantel Azcapotzalco, agradeció a la UNAM y al CCH tal distinción, y deseó que otras profesoras que han trabajado mucho, “más que yo, también tengan la oportunidad de recibir el reconocimiento”.
