La curiosidad por conocer los componentes, el funcionamiento y los principales problemas que aquejan a los equipos de cómputo, pero, sobre todo, tener la posibilidad de armar uno desde los requerimientos básicos, llevó a Rubén Eduardo Martínez Valdés, alumno del plantel Vallejo, a interesarse en el Estudio Técnico Especializado Mantenimiento de Sistemas de Microcómputo.
Martínez Valdés asiste los lunes y miércoles a la clase del profesor Miguel Álvarez Muñoz, donde, con la ayuda de diversos recursos, (desde piezas, instrumentos, libros, manuales, entre otros), indagan en las entrañas tecnológicas de los aparatos que hoy acompañan el trabajo y la vida de la mayoría de los seres humanos en distintos ambientes.
“Me gustaría reparar aparatos complejos, pero también he pensado en algo que me ayude en la Universidad, por ejemplo, en una laptop, no comprada en una tienda departamental, sino hecha por mí mismo, ya sea con componentes usados que pueda comprar y así no gastar mucho”, expresó el estudiante.
Una situación similar comparte con Ana Paulina López Mendoza, quien se incorporó a este ETE por la curiosidad de conocer cómo están conformadas las computadoras. “Siempre me ha llamado la atención, sobre todo desarmar aparatos y aprender”.
Aunque la materia ofrece habilidades para que los estudiantes trabajen en una empresa en el área de mantenimiento de los equipos de cómputo, los conocimientos que adquieren sobre cómo funcionan, a la larga, también les servirán para que no dependan de lo que les asegure un vendedor, sino que ellos mismos tengan todos los elementos para elegir la mejor opción, indicó el académico.
En la actualidad, agregó, es fundamental conocer este bagaje tecnológico “para que cuando necesiten de un servicio de reparación no los timen, y también para saber cómo funciona el aparato, cómo podemos hacer una reparación rápida y evitar que nuestro equipo se dañe y pueda tener un periodo de vida mayor de lo esperado”.
En la primera clase del semestre, que inició el 23 de enero, los estudiantes conocieron los temas del programa, entre ellos, el ensamblado de un equipo de cómputo, desde equipos de patente como genéricos; montaje de componentes, pruebas y funcionamiento.
También, respaldos, copias de seguridad, restauración parcial; aspectos de seguridad, como antivirus y actualización de sistemas; tipos de redes; componentes, como fibra óptica, interfases, ethernet, servidores y cableado, entre otros. El campo de trabajo de este técnico es muy extenso ya que además de las actividades de servicio, puede desarrollar configuración y diseño de sistemas para fines específicos, destacó el maestro.
“Ha sido interesante aprender sobre los componentes, de hecho, desarmé un teclado mío, era viejito y pude limpiarlo, y aunque mi computadora ya no es nueva, pude, por así decirlo, mejorarla, de manera que sirva todavía”, consideró Eduardo Martínez.
Por su parte, Ana Paulina compartió que pudo comprender el funcionamiento del mouse, su forma y cómo funcionan algunas partes, entre ellas el teclado. “Está muy bien que el CCH ofrezca estos estudios, ya que así ayudan a las personas a que conozcan otras cosas, quizás a lo que se quieran dedicar por interés en un futuro”.
Aunque la mayoría de los estudiantes aún no han decidido qué carrera profesional elegir, Eduardo Martínez tiene un especial interés por la informática, pero al incorporarse al ETE, descubrió otras facetas que lo han hecho pensar en “checar las carreras alrededor de ésta, me gusta el área y sí es muy difícil, pues ni modo, a echarle ganas”, se comprometió.
Al referirse a la clase, ambos estudiantes coincidieron que la información que se les proporciona es oportuna y, aunque en ocasiones es compleja, el profesor elimina dudas y conserva siempre un ambiente agradable para poder preguntar. “Sus clases son muy completas, siempre viene bien informado y nos brinda materiales, libros y todo lo necesario para la clase”, agregó Ana Paulina.
Por su parte, el académico invitó a los jóvenes del Colegio a integrarse a uno de los ETE que ofrece cada plantel, pero sobre todo, a no tener miedo de la materia; en este caso, Mantenimiento de Sistemas de Microcómputo, “aunque está lleno de términos muy técnicos, estamos siempre para eliminar dudas y aprender cada vez más”.
