Articulos cecehachera relacionados

Mi hermana y yo nos criamos en una familia grande, sin embargo, nunca se sintió así porque la casa en la que vivíamos era realmente grande, tanto así que, en un cierto periodo vivíamos con nuestros bisabuelos, nuestro abuelo y nuestros padres.

Debido a que ya murieron mis bisabuelos ahora sólo quedamos cinco personas viviendo en esta inmensa casota. A veces se siente un poco sola pero al estar con ella esa sensación se va. A ambos nos gustaba mucho esta casa ya que era donde crecieron nuestros abuelos y padres, además había muchos espacios para jugar.

La casa también era, hasta cierto punto, tenebrosa y misteriosa. Antes de morir, nuestros padres y bisabuelos nos contaban historias sobre criaturas que vivían ahí, pero nunca les creímos. Sólo nos lo decían para que nos fuéramos a dormir.

Cuando éramos niños, la gran imaginación de mi hermana nos permitía crear grandes, misteriosas, aterradoras y divertidas aventuras en esa casa. Aprovechando las historias que nos contaban nuestros padres jugábamos a detectives o cazadores de misterios buscando a las criaturas que “vivían” ahí, pero a nuestros padres y al abuelo les preocupaba que nos alejaramos mucho de donde ellos estaban. Era ridículo ya que todo el tiempo estábamos en la casa.

De un momento a otro, recordé unas de las historias que nuestros bisabuelos nos contaron. Es la historia que más nos ha dado miedo porque nuestra bisabuela siempre tenía una cara seria y algo tenebrosa cuando nos la contaba. El bisabuelo sólo se sentaba en el sillón sin mirarnos a escuchar aquella historia.

La bisabuela nos decía que era verdad lo que nos contaba y que debíamos tener mucho cuidado ya que la casa guardaba muchos secretos dentro de sus paredes viejas y anchas.

La historia trataba de una criatura, “El Taebanden”, que no acechaba a los alrededores de la casa, sino dentro de ella.

Nunca nadie de la familia la ha visto pero dicen que sí la han oído. Es una criatura que hace ruidos sordos cuando está cerca y a veces se oye como si murmurara o gruñera.

A juzgar por el sonido de las pisadas que se oían al acercarse, se dice que era una criatura alta.

La bisabuela nos decía que si escuchábamos ruidos en donde se supone que no hay nadie se debe cerrar las puertas más cercanas que conecten al cuarto, eso de alguna manera lo aburrirá y desaparecerá.

Esto puede oírse como una típica historia de miedo que le cuentan a los niños para que se vayan a dormir temprano, pero en una ocasión el bisabuelo nos contó que esa misma criatura se llevaba a las personas y las desaparecía completamente de la casa.

Él nos dijo que así desapareció su hermano al encontrarse con aquello que rondaba por la casa en ese momento.

No lo volvieron a ver.

Hasta ahora hemos escuchado ciertos ruidos pasando la puerta del pasillo, pero Irene y yo no nos atrevemos a ir, sólo hacemos caso y cerramos la puerta.

Compartir: