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Plantel Sur

Singin’ in the rain, la comedia musical de 1952, nos narra la historia de Don Lockwood (Gene Kelly), Kathy Selden (Debbie Reynolds) y Cosmo Brown (Donald O’Connor); tres artistas que se unen para juntos enfrentar los nuevos retos que el cine sonoro trae consigo. También lidian con el Star System –que los obliga a llevar una vida que satisfaga al público– y con la actriz Lina Lamont (Jean Hagen) que busca ser tomada en cuenta a toda costa porque se siente amenazada de perder su trabajo y su fama.

El Star System era el esquema laboral en el que los grandes estudios de Hollywood hacían “estrellas de cine” a los actores a cambio de tener la exclusividad de sus actuaciones. Aunque este sistema trajo fama y dinero a los intérpretes, también les impuso cláusulas muy estrictas en sus contratos: tenían una imagen que cuidar y muchas veces se les creaba una personalidad para que el público los idealizara. Los estudios de cine también tenían influencia en la vida privada de sus estrellas y determinaban la forma en que se relacionaban con otras personas.

En Singing in the rain podemos apreciar una descripción cinematográfica y dramática del Star System: los personajes de la película quieren formar parte de este sistema o ya están, de hecho, inmersos dentro de él. También están representadas las distintas jerarquías de la fama: desde quienes ya eran muy reconocidos hasta quienes todavía no eran lo suficientemente valorados. Hay cuatro momentos que considero ejemplifican muy bien la manera en que la película se relaciona con el Star System.

Inicios de los artistas

Al inicio de la película vemos cómo Don y Lina llegan a la premiere de su nueva película. Se observa a la gente emocionada con la llegada de los actores. Hay una mujer que les realiza una pequeña entrevista e indaga en los inicios de Don como actor de renombre. Es ahí cuando él comienza a narrar su vida como si todo hubiera sido perfecto. Don relata cómo desde pequeños, él y su gran amigo Cosmo, estudiaron en las más renombradas academias de actuación y se presentaron en los teatros más prestigiosos del país. Eran alabados constantemente por sus aptitudes y fue de esa manera que lograron tener una oportunidad en la industria cinematográfica.

Al tiempo que Don narra esta vida de ensueño y privilegios, se observan en pantalla memorias o flashbacks de cómo fue realmente su vida y la de Cosmo. Vemos cómo son echados de los escenarios y abucheados por el público. También nos enteramos que se inician en la industria cinematográfica con la primera oportunidad laboral que encuentran como dobles de riesgo. Con base en el esfuerzo y la dedicación lograron (en especial Don) ganarse el reconocimiento y la fama en la industria.

Esto hace resaltar una contradicción en el discurso de cómo los artistas lograron alcanzar el éxito. Por un lado, oímos lo que el sistema quiere hacer creer a los espectadores sobre la vida privilegiada de los artistas y por el otro lado, vemos cómo fueron los verdaderos inicios humildes de estos personajes.

Si consideramos la época en la que se sitúan los hechos, es comprensible que las productoras hayan impuesto el Star System a sus artistas. El cine era una industria nueva y existía el riesgo de perder grandes cantidades de dinero si se invertía de mala forma. Sin embargo, considero que la práctica de juntar la vida de los actores y la de sus personajes para encasillarlos en un estereotipo, provocaba la deshumanización de los artistas. Se sometía a los intérpretes a cambios en todos los aspectos de su vida: tenían que mentir sobre quiénes eran y aunque ellos pudieran sentirse orgullosos de su origen y de sus logros que con base en el esfuerzo ganaron, tenían que dejar de lado este orgullo si querían triunfar y continuar con su trabajo en las grandes producciones.

Cambiar para gustar

Cuando el cine comienza a utilizar el sonido, a los actores Lina y Don les asignan profesores de dicción para que aprendan a enunciar y pronunciar correctamente. Ponen especial énfasis en Lina puesto que no les gusta su voz y, durante la filmación, todo el tiempo le recuerdan cómo debería de hablar.

Cuando hacen la primera proyección de su nueva película sonora, todos los espectadores salen decepcionados y burlándose de la voz de la actriz. Es entonces cuando, en casa de Don, Cosmo y Kathy tienen la idea de convertir la película en un musical, pero cuando recuerdan que Lina no canta ni baila, lo creen imposible. En ese momento a Cosmo se le ocurre otra idea: hacer que la voz de Kathy sea la que el público escuche, aunque sea Lina quien se muestre en la pantalla. Cuando le platican la idea al productor, él acepta encantado con la única condición de que Lina no se entere de lo que harán.

Una vez más podemos observar las imposiciones del Star System en los actores. Nunca se le permite a Lina, a lo largo de toda la película, que hable en público. La mantienen posando y sonriendo ante todos y no dejan que tome el micrófono por el simple hecho de que es una “cara bonita”, pero su voz no es tan agraciada como para ser escuchada. Aun así, Lina se esfuerza junto con su profesora de dicción para que su trabajo en la película quede lo mejor posible.

Significó todo un reto para los actores el hecho de tener que doblar la voz de Lina. Sin embargo, la forma en la que decidieron ocultarle esta decisión a la actriz hizo ver al productor como alguien a quien sólo le interesaban las ganancias que el proyecto pudiera traerle. A los artistas los veía simplemente como una mina de oro. El hecho de que a Lina le sustituyeran su voz en la película le afectó de sobremanera, pues se sintió reemplazada y rechazada.

Amor en la pantalla

Desde que inicia la película nos dan entender que la prensa y las personas sueñan con ver a Don y a Lina como una pareja más allá de la pantalla. Es por esa misma ‘presión mediática’ que tanto el productor como Lina quieren aparentar que es una relación real. Sin embargo, Don no está de acuerdo con esa decisión, no siente ningún tipo de atracción por Lina y tampoco se siente cómodo a su lado.

Todo cambia cuando conoce a Kathy. Él dice que fue la primera mujer en rechazarlo y en decirle las cosas a la cara tal y como son, esta es la razón de su atracción por ella. Kathy, aunque lo quiera, se niega a estar con él y tener una relación pública porque teme que Lina se entrometa; también le preocupa el qué dirán los espectadores y hacerle perder fama a Don porque él se involucre con alguien sin reconocimiento como ella.

Cuando Lina se entera de todo lo que han hecho a sus espaldas (reemplazar su voz en la película, ocultarle que quien dobla su voz es Kathy y que ésta última está enamorada de Don), enfrenta a Kathy y le dice que Don “es suyo”. Don sale en defensa de Kathy y le explica a Lina que él a quien en realidad ama y con quien planea casarse es con Kathy.

En este punto podemos apreciar que los temores de Kathy de tener una relación con Don son porque no quiere arruinar su carrera, ya que ella comprende cuán difícil es ser tomada en serio por la industria del cine. Por otro lado, también observamos cómo a Lina le llenaron la cabeza con ideas del Star System y fue por eso que creyó real la relación romántica que mantenía con Don. Cuando descubre que Don no la ama, ella lucha para que la idea que el público se había formado sobre la “pareja perfecta” se mantenga.

Mantener su lugar

Lina, enojada por haber sido engañada, amenaza al productor con demandarlo si hace pública la participación de Kathy en la película. Lina se lleva los créditos del trabajo de Kathy como cantante y exige que suceda lo mismo en todas las películas en las que participe. Justifica su acción con el argumento de que ella es más importante para el estudio que la otra actriz, porque ella ya es una estrella del cine consagrada.

Lina, en medio de la desesperación por ver que todo lo que tenía “desaparece” lentamente, decide tomar medidas drásticas para no perder su trabajo. Tanto así que cuando toma las riendas de la situación, lo hace con amenazas legales y económicas. Las medidas radicales que Lina toma son consecuencia de vivir en la fantasía del Star System y de enfrentarse a la realidad.

Singin’ in the Rain es una película que nos hace cuestionarnos la forma en la que admiramos e idolatramos a los actores de cine. En la época en la que está ambientada la película, la popularidad de los actores definía el éxito y el fracaso de una cinta, y como ya mencionamos, esto tenía un nombre bastante conocido en la industria: Star System. Sin embargo, hace no mucho tiempo se dejó de utilizar este sistema que definía la vida privada de los actores. ¿O es que acaso, en la actualidad, los espectadores todavía dejamos que el Star System defina el éxito o fracaso de alguna película?

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