EDASEPLAN

Participación activa de los docentes

El examen arroja datos importantes para los profesores y la investigación

Participación activa de los docentes
El examen arroja datos importantes para los profesores y la investigación

La elaboración del Examen Diagnóstico Académico (EDA) es producto de un gran trabajo en equipo. Como todas las labores de evaluación, permite una comparación entre los logros esperados y los obtenidos. Este instrumento se actualiza y se aplica semestralmente, de acuerdo con los estándares y criterios de los grupos que integran el Seminario Institucional para la Elaboración del Examen Diagnóstico Académico (SIEDA). 

La evaluación que se lleva a cabo en el EDA es importante para conocer el logro de los aprendizajes esperados, los cuales se especifican en los programas de estudio de cada asignatura; es decir, aunque el resultado obtenido en este examen no se vea reflejado en las historias académicas de los alumnos, presenta datos importantes para los profesores, la investigación y la revisión de los aprendizajes. En esta labor participan activamente los docentes, quienes además de ser expertos en su asignatura, colaboran en el diseño y seguimiento de este instrumento de evaluación.

El Área Histórico-Social consta de 11 materias: Administración, Antropología, Ciencias Políticas y Sociales, Derecho, Economía, Filosofía, Geografía, Historia de México, Historia Universal Moderna y Contemporánea, Temas Selectos de Filosofía y Teoría de la Historia. Para que se aplique este instrumento se requiere de un largo proceso en el que intervienen los Coordinadores Generales del SIEDA, los Coordinadores de cada Área y los grupos de trabajo, integrados por profesores de cada asignatura.

El proceso de elaboración del EDA inicia con el semestre, cuando se conforman o se ratifican los grupos de trabajo, los cuales participarán durante todo ese año escolar. Posteriormente, se revisa o, en su caso, modifica, la tabla de especificaciones de cada asignatura. Dicha tabla es una herramienta esencial ya que tiene como función establecer los contenidos a evaluar, en ella se registra el nivel cognoscitivo (conocimiento, comprensión, aplicación) y el número de reactivos por unidad y por aprendizaje.

Una vez revisada y aprobada la tabla de especificaciones, se procede a la elaboración de los reactivos por parte de los grupos de trabajo, que deberán de coincidir plenamente con los niveles taxonómicos establecidos, a mayor exactitud entre los reactivos y los aprendizajes de los programas de estudio, mayor validez del instrumento.

Cuando se concluye la elaboración de los reactivos, los coordinadores de cada área, los aprueban y se procede a la conformación del examen piloto; este examen deberá contener el doble de reactivos necesarios, para que sea aplicado a un número pequeño de alumnos. Después del pilotaje, se eliminarán los reactivos que no cumplan los criterios para su conformación; posteriormente se seleccionarán los reactivos que consideren mejores. Luego de la aplicación piloto, se retoman los reactivos que tuvieron los mejores puntajes para, finalmente conformar el examen por asignatura.

Para considerar cuáles reactivos tuvieron los mayores y menores puntajes, primero es necesario realizar análisis estadísticos, entre ellos, la discriminación, la correlación y la dificultad. Este proceso continúa con un estricto análisis de los reactivos que se aplicaron, considerando: el nivel cognoscitivo adecuado, el buen funcionamiento de las respuestas y que sean congruentes; es decir, que coincidan el contenido del reactivo y los programas de estudio.

Es muy importante que los alumnos participen en el EDA para que se pueda validar y actualizar el instrumento, con el propósito de que refleje la situación académica del estudiantado respecto a los programas de estudio. Este arduo trabajo multidisciplinario se realiza cada semestre y participan tanto docentes como alumnos, con el único objetivo de obtener mejores resultados en la adquisición de los aprendizajes por parte del estudiantado.

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