Dolorprevención

Investigación con plantas medicinales

La evaluación preclínica es importante para generar mejores medicamentos

Investigación con plantas medicinales
La evaluación preclínica es importante para generar mejores medicamentos

Para la oportuna atención de padecimientos de la salud es necesario conocer los síntomas, entre ellos, el dolor que se presenta en el cuerpo humano; en ese sentido, es importante desarrollar pruebas clínicas que indiquen el tipo de dolor, ya que esto apoyará las investigaciones para generar medicamentos y encontrar la cura de enfermedades.

Dentro del ciclo de conferencias “La investigación científica con las plantas medicinales”, en formato en línea, desarrollado por académicos del plantel Sur, Minarda de la O Arciniega, maestra en Ciencias por la UNAM, presentó su ponencia “Evaluación preclínica del dolor”.

En su presentación, la también doctora en Neurofarmacología y Terapéutica Experimental del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del IPN expuso la importancia de percibir el dolor, su clasificación, la medicación con plantas medicinales, así como el desarrollo de pruebas con animales para la investigación bajo los códigos éticos.

De acuerdo con la especialista en Ciencias de la Salud, el dolor se puede clasificar dependiendo de la intensidad, duración, patología y curso; “quizá todos en alguna ocasión hemos percibido el dolor, es una sensación desagradable, así la define la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor”.

No obstante, consideró que “el dolor nos puede proteger de alguna manera, quien no es capaz de percibir el dolor puede estar expuesto a lesiones o a lastimarse. No veamos al dolor como un enemigo, sino como una sensación que nos previene o nos avisa de algún peligro muchas veces”.

La doctora comentó que entre las clasificaciones que interesa a la investigación es por fisiopatología, ya que permite conocer cómo se origina el dolor, cómo se produce en el cuerpo humano y el organismo fisiopatológico que lo subyace, con el fin de tratarlo en atención a su mecanismo.

“El dolor fisiológico es el que todos somos capaces de percibir cuando estamos expuestos a agentes externos (frío-calor), mecánicos (pinchazos, golpes) o químicos (sustancia irritante)”, explicó.

“En nuestro cuerpo tenemos receptores del dolor. Cuando estamos expuestos a estos agentes, la información dolorosa viaja a través del sistema nervioso periférico y llega al sistema nervioso central, aquí se modula para llegar a cerebro donde percibimos el dolor. En ese momento respondemos al estímulo, es algo fisiológico que todos debemos percibir de manera natural”, explicó. 

En el caso del dolor neuropático, se presenta cuando existe daño en el sistema nervioso central o periférico; en este tipo de dolor es diferente, porque puede ser una sensación quemante, punzante, como de toques eléctricos o espontáneo.

 

Aliviar el dolor en la historia

“Desde tiempos inmemorables el ser humano ha buscado solucionar sus problemas de salud y antes recurría a las plantas medicinales. En la historia, tenemos el uso del opio por los egipcios, la hoja de coca por los incas. En nuestra cultura, los aztecas usaban el peyote, entonces, no resulta raro que en la historia se hayan usado las plantas para estos fines”, dijo la especialista.

Asimismo, destacó que entre los principales descubrimientos o estructuras aisladas más importantes fue la sustancia de la morfina, “el analgésico u opiáceo por excelencia, que proviene de la amapola; en 1806 se reportó la extracción de esta sustancia y en 1817 fue cuando se descubrió su estructura química”, comentó.

Otra de las sustancias que se aísla de la planta de amapola es la papaverina, que tiene un efecto analgésico para atender el dolor tipo visceral; otro medicamento aislado de plantas medicinales fue el ácido acetilsalicílico, conocido como aspirina, mismo que se produjo del sauce blanco.

En la lista de plantas se agregan las infusiones de guayaba, hierbabuena, manzanilla, pericón, cedrón, orégano, ajenjo, micle, perejil o romero, sobre las cuales se han desarrollado estudios que han demostrado su efecto analgésico y sirven para el dolor de tipo visceral, somático, reumático, de muelas, muscular, entre otros.

Minarda de la O Arciniega expuso que los analgésicos adyuvantes sirven para el dolor neuropático; por otra parte, en la actualidad existe la venta libre de fármacos de tipo analgésicos (derivados del opio) y antinflamatorios no esteroideos (no opiacéos), los cuales deben tomarse con cuidado para evitar efectos adversos.

 

Seguir con la investigación

Aunque la mayoría de los medicamentos para aliviar el dolor cumplen con su cometido, la especialista advirtió que éstos tienen efectos secundarios, tales como constipación, náuseas, confusión mental, depresión respiratoria, tolerancia o dependencia física, úlceras gástricas, entre otros.

En ese sentido, consideró importante seguir con el estudio del dolor para generar terapias alternativas, para lo cual se utilizan modelos animales, “pero también pueden ser nitro o in vitro o in silico”. En el caso del modelo animal, se busca simular las condiciones clínicas que se presentan en los humanos.

“Se utilizan animales porque en ocasiones es difícil reunir un número de pacientes para hacer los estudios clínicos y no es posible estar probando o provocar estímulos en seres humanos, por cuestiones éticas no se nos permite; esto no quiere decir que no tomemos en cuenta las consideraciones éticas de los animales”, dijo.

Por último, la doctora explicó en qué consisten las pruebas con animales, no sin antes destacar que el Comité de Ética estableció normas para su protección en la experimentación y ensayos clínicos. Agregó que las especies solo se podrán contemplar cuando su participación esté justificada por la finalidad que se persigue, sin que el animal llegue a niveles de dolor intolerables, ya que ante todo, “es un ser vivo”.

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