Escuela para padres

Celebran la charla del ciclo “Escuela para padres”

El diálogo familiar debe ser con respeto e interés sincero, pues esta etapa es crucial: Melin Cabrera

Celebran la charla del ciclo “Escuela para padres”
El diálogo familiar debe ser con respeto e interés sincero, pues esta etapa es crucial: Melin Cabrera

Las necesidades de apoyo y acompañamiento cambian de la infancia a la adolescencia, pues las demandas de los jóvenes son muy distintas; por ello, se debe fomentar el diálogo basado en un interés sincero, afirmó María del Carmen Melin Cabrera durante la charla “Acompañamiento académico de nuestras y nuestros adolescentes cchr@s”.

En la presentación, la encargada del Departamento de Psicopedagogía del plantel destacó la importancia de que se acompañe a las y los estudiantes durante su adolescencia, proceso que inicia en el hogar.

“En la adolescencia esta actividad debe reforzarse, en tanto se encuentran en una etapa formativa personal, social y académica fundamental, pues es cuando se forja su identidad. En este momento de vida están en el bachillerato propedéutico de la UNAM, donde definirán su futuro en buena medida”, dijo.

Asimismo, recordó que el CCH es una escuela de tipo propedéutica, cuyo objetivo es que las y los jóvenes adquieran los conocimientos que los prepararán para seguir con sus estudios a nivel profesional: “la meta es que lleguen al nivel superior con herramientas, hábitos y la disciplina que les permitan cursar con éxito una carrera”.

“El Modelo Educativo del Colegio les permite ser autodidáctas, asumir responsabilidades y ser autónomos; en este camino, es necesario acompañarlos para que exploten su potencial académico y generen las conductas necesarias para superar los retos”, dijo.

De este modo, aseveró Melin Cabrera, se espera que sean estudiantes de tiempo completo, es decir, que también acudan a actividades culturales, artísticas, científicas o deportivas, además de tener la oportunidad de cursar algún Estudio Técnico Especializado: “esto no implica que no cumpla con sus obligaciones en casa como hacer sus quehaceres, pero su tarea principal es estudiar”.

La especialista comentó que diversos estudios demuestran que el alumnado con alto rendimiento académico invierte, fuera del horario escolar, 20 horas semanales en diversas actividades de aprendizaje: “sin embargo, para lograr la excelencia, el apoyo de las madres y los padres es clave, así como el seguimiento y acompañamiento de las actividades escolares del adolescente”.

“El reto de los padres a esta edad es estar presentes. La propuesta es tender puentes de comunicación y hacer sentir al adolescente que se le acompaña por medio de un interés legítimo basado en el entendimiento y la aceptación de sus emociones, así como en la motivación”.

Por último, recomendó que tutores y alumnos analicen el historial académico; tener claridad de cómo se evalúan las distintas asignaturas; contar con un organizador; dar seguimiento al cumplimiento de actividades, exámenes, presentaciones y tareas; en caso de ser necesario, buscar la ayuda del Departamento de Psicopedagogía, así como de los programas institucionales de Asesoría y de Tutoría.

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