No sé si es algo normal, supongo que sí, pero yo he tenido pesadillas muy raras… Donde quiero despertar y no puedo o donde hay algo extraño persiguiéndome. Sueño con lugares que no conozco pero que siento que estuve ahí. Una ocasión soñé con una persona que no conocía pero que la vi en la calle del centro de la ciudad. En otra ocasión me soñé en un lugar, jamás había estado ahí, hasta que hace poco fui a un viaje familiar y lo reconocí inmediatamente, mi mamá me dijo que jamás habíamos ido ahí…
El sueño más perturbador y que aún me da algo de miedo fue sobre algo que me perseguía. Iba con mi hermana y estaba atardeciendo, estábamos en un colegio, lo supuse porque iban más chicos con mochila. Pero el lugar rápidamente se volvió oscuro… Hasta que alguien gritó: ¡CORRAN! Yo comencé a correr, pero perdí a mi hermana entre tanta gente… Al lograr salir no estaba conmigo y se quedó encerrada… Ella sólo me miraba llena de miedo y se despidió de mí para después decirme que corriera… Recuerdo exactamente su grito desgarrador, es algo que no olvido de esa horrible pesadilla… Creo que yo sabía que era una pesadilla, pero no podía despertar, me desesperé más cuando vi sangre escurrir de la puerta que se cerró... Quería gritar y no podía, intenté lastimarme para despertar de ese sueño horrible... Pero empecé a correr… Corrí y corrí cuando llegué al final de una avenida, me caí golpeándome las rodillas y raspándome las manos...
Entonces desperté... Sólo así lo logré. Estaba en la posición en la que me quedé en la pesadilla, o sea, boca abajo, pero lo sentí tan real porque mis rodillas y manos punzaban, aunque no había nada… Lo primero que hice fue buscar a mi hermana y me la pasé llorando todo el día hasta que supe qué tenía que hacer, y lo escribí. No dormí bien en ocho días o menos por ideas que llegaron a mí y así logré redactar toda una novela…
Otra anécdota fue lo que le pasó a mi papá. Él trabaja como policía de seguridad privada y lo mandan a edificios o escuelas a cuidar. A veces está él solo o con algún compañero. Una noche estaba acompañado pero su compañero se quedó dormido, y le tocó hacer recorrido en un sótano (había cinco). Encontró a una niña, él creyó que era la hija de algún trabador… La saludó y la niña se portó amable y dulce con él… Al volver a la caseta mi papá le contó a su compañero sobre la niña… Y en el lugar no había ninguna niña. Sólo estaban ellos dos. Mi papá volvió a ir al recorrido pero no había nadie…
Una última anécdota me sucedió a mí y a mis hermanos cuando estábamos pequeños... Fue en el mismo edificio donde le pasó lo anterior a mi papá. Lo acompañamos a su trabajo. Acabábamos de comer y mi papá nos dio permiso de ir a recorrer el lugar. Cuando íbamos por la parte de atrás del edificio escuchamos golpes… Uno, dos tres y se pausaban y de nuevo, uno, dos, tres… Yo fui la que me di cuenta primero… Era una enfermera. Nos decía con la mano que fuéramos con ella… Mi hermanito se echó a correr rápidamente, yo la vi y sonreía muy insistente… Hasta que mi hermana y yo nos fuimos corriendo. Al dar la vuelta escuchamos los mismos golpes en otra ventana… Llegamos con mi papá agitados y le contamos. Él nos dijo que en el edificio no había ninguna enfermera.