Sor Juana Inés de la Cruz es una de las mujeres mexicanas más conocidas y reconocidas de este país, no sólo por su sabiduría inaudita, sino porque supo ser y destacar en una época en la que el hombre dominaba en todos los aspectos de la vida social, económica, política, cultural y religiosa, aseguró la profesora María del Refugio Serratos.
Al participar en el conversatorio que sostuvieron ganadoras del Premio Sor Juana Inés de la Cruz, como parte del primer Festival Cultural del CCH, que se desarrolló del 17 al 21 de octubre en los cinco planteles del Colegio, la maestra recordó que era el siglo XVII, cuando el acceso a la cultura no era propicio a las mujeres e incluso les estaba vedado ingresar a la Universidad.
La maestra que imparte el Taller de Lectura, Redacción e Iniciación a la Investigación Documental (TLRIID) recordó a las y los cecehacheros del plantel Oriente que, en ese tiempo, sólo había dos salidas para las mujeres: casarse o ser monjas.
Sor Juana escogió lo segundo para poder acceder a las bibliotecas que había en los conventos y como desde pequeña aprendió a leer, se interesó por el conocimiento y la gastronomía.
Serratos leyó luego sobre los dos grandes enamorados de Sor Juana y una adivinanza de la décima musa; también habló de las referencias que hay de ella en el libro Las trampas de la fe, de Octavio Paz, y cómo el Nobel de Literatura puso al descubierto que la monja no tenía vocación eclesiástica, lo que le valió una lluvia de críticas.
