David Huerta

Lo recuerdan como un hombre generoso

Lo recuerdan como un hombre generoso

Como un hombre generoso con sus conocimientos, que despertaba vocaciones; un poeta humilde y un catedrático de esos que te hacen ir con gusto a clases de cuatro horas, fue recordado el poeta David Huerta, quien estaba invitado a participar en el primer Festival Cultural del CCH, cita a la que ya no pudo acudir, pues falleció el pasado 3 de octubre.

El poeta Mario Alberto Medrano y el profesor Donovan Herrera, del plantel Sur del CCH, fueron los encargados de rememorar la obra y el legado de quien fuera su maestro en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), un hombre del que aprendieron no sólo de poesía sino de la vida misma.

“Estaba planeado que David Huerta viniera hoy con ustedes a leer poesía, pero murió hace poco, Donovan y yo platicábamos de cómo fueron nuestros encuentros con él y coincidimos en que era un hombre que generaba vocaciones, además de ser muy generoso con sus conocimientos, humilde como poeta, pues no le gustaba mucho hablar de sí mismo, afirmó Medrano.

Sobre su poesía, Herrera observó que podría llamarse culterana, pero no hermética, como se le ha considerado; “creo que esa es una lectura negativa, porque da la idea de que la poesía de David Huerta es indescifrable y no es así; simplemente es compleja, porque para él, la poesía tenía que ser retadora”.

“Tenía que hacernos percibir las cosas como elementales, como algo nuevo, ése es uno de los grandes poderes de la poesía y la literatura, que lo que nos parece común toma otros matices en esa vía literaria o poética”.

Para el licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas por la FFyL, Huerta sabía perfectamente lo anterior, por ello es que su poesía tiene ese tono, que a veces cuando se lee, parece que no entendemos nada, que no comprendimos nada y que incluso se desprende de la poesía tradicional, llena de rimas y breve.

Sin embargo, acotó, “con él tenemos poemas más extensos, su libro más popular Incurable, es un poema extensísimo, con muchas páginas y que, en un momento dado, parece ser que no llegamos a nada, pero precisamente ahí está la relectura, es una poesía que exige toda nuestra atención y capacidad de interpretación”.

A él no le gustaba que le dijeran: es que tu poema habla de esto o dime si entendí bien, era un poeta consciente de que, una vez publicada la obra, ya no le pertenecía al autor, éste se convierte en lector; le gustaba que uno hiciera con su poesía lo que quisiera, sobre todo, que sacara sus propias conclusiones: qué es lo que tú piensas, qué es lo que evoca mi palabra poética en ti, relató en la primera jornada de esta fiesta cecehachera que se realizó en los cinco planteles del Colegio.

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