Ángel Chávez Martínez

La solidaridad, su vocación

El alumno del CCH ha sido reconocido por su compromiso cívico

La solidaridad, su vocación
El alumno del CCH ha sido reconocido por su compromiso cívico

Debido a una labor cívica, Ángel Chávez Martínez obtuvo el Reconocimiento a la Convivencia Universitaria, en su primera edición, hace casi dos años, antes de iniciar el confinamiento. “Me aburro fácilmente, necesito estar ocupado, por ello empecé a hacer distintas obras y actividades en mi escuela. Elaboré un pliego petitorio para el municipio de Naucalpan y un protocolo de seguridad para todos mis compañeros del CCH”.

Junto con otros amigos, prosiguió, hizo una comisión de seguridad por el caso de Marco Flores, el chico que se llevaron unos policías de la estación del El Rosario del Metro y desapareció, y luego apareció en Naucalpan. “Esto nos preocupó y por eso hicimos pliegos y protocolos, porque antes no había presencia de los policías en el plantel y luego, cuando la hubo, sólo estaban 15 minutos”.

Detalla que lo reconocieron por varias acciones, una de ellas fue su colaboración con la maestra Rebeca Rosado. “Gracias a ella pudimos hacer un centro de acopio y donativos para dos casas de huérfanos. Yo la apoyé en este proyecto con la difusión. Su oficina estaba llena de cosas que donó la comunidad del CCH. Le ayudé a separar los juguetes y la ropa”.

Él y sus compañeros interactuaron con los niños, les llevaron material de aprendizaje, jugaron un rato y les puso canciones del famoso programa infantil chileno 31 minutos: “Estaban contentísimos. Al final uno termina volviendo a ser niño. Lo que me dejan estas acciones es saber lo que tengo, qué es lo que puedo dar y cómo puedo ayudar a otras personas”.

Otra cuestión que tomaron en cuenta para premiarlo, expresó, fue haber creado la campaña de protección civil. “Una profesora de otro plantel vino y se dio cuenta de nuestra situación, nos pusimos a revisar las alarmas, observamos que las escaleras de los edificios eran insuficientes, en cuáles construcciones debemos replegarnos, qué se debe hacer junto con la comunidad”.

 

Solidaridad

Su vocación por ayudar nació de una manera de pensar: “A veces es más fácil ayudar a otro que ignorarlo. Desde que tengo memoria he intentado ayudar a los demás. A pesar de que en la secundaria el sistema era cerrado, yo ya era una persona muy abierta, andaba con mis amigos por las calles o paseando en el Centro, justo porque mis padres están ocupados. Al recibir el reconocimiento me sentí muy bien.

Lo que les digo a todos, incluso a mis papás, es que fue por decisión, me gustó mucho, mucho el CCH, como para cuatro años. Creo que lo mejor del Colegio es la libertad que le dan al estudiante, con un trato horizontal, aunque esta libertad puede ser un problema, porque venimos de sistemas diferentes, a la hora que nos dejan ser nosotros mismos no sabemos qué hacer y caemos a veces en cosas que no. Creo que me gustaría que hubiera más CCH”.

Ángel Chávez ha sido primer lugar en torneos de karate y, también, cursa un cuarto año en el CCH, aunque asegura que esta situación es deliberada. “Ya me conocen en la escuela. Me llevo bien con la maestra Rebeca, con el maestro Keshava (director del plantel Naucalpan). Quiero estudiar dos carreras: Derecho o Psicología en la UNAM en línea y la licenciatura en Seguridad Ciudadana, pero en la Autónoma del Estado de México”. Y en términos académicos su desempeño va bien, tan así que desea participar en la Olimpiada del Conocimiento en el área de Historia.

“Me gusta leer por mi cuenta, por eso estudiar a distancia no se me ha hecho difícil, pero sé que hay compañeros a los que se les complicó y los profesores no estaban acostumbrados, es un reto para ellos. Decir que el Covid-19 es lo único que nos afecta en esta pandemia es un error, también nos hemos enfrentado a nosotros mismos en el aislamiento; siento que a muchos les preocupa eso. Para informarme bien, intento buscar tanto sitios con los que yo concuerdo, como en los que no, que son contrarios a mi ideología, para comparar”, expresa.

Sobre la igualdad de género considera: “Es algo necesario, justo y que se tiene que dar, aunque va muy lento. Creo que tanto hombres como mujeres se dejan llevar por las emociones y se pierde el objetivo. Pienso que el mayor problema de México es su educación. La única educación que reciben muchas personas es el catecismo. Falta mucha educación, estamos acostumbrados a que la política sea de los partidos, cuando debería ser la interacción entre unos y otros”.

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