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Las alas del esclavo, en Textos en Rotación

El nuevo título reúne a Ramón López Velarde, José Gorostiza, Jorge Cuesta y Octavio Paz

Las alas del esclavo, en Textos en Rotación
El nuevo título reúne a Ramón López Velarde, José Gorostiza, Jorge Cuesta y Octavio Paz

Exponentes de la poesía mexicana del siglo XX se suman a la colección Textos en Rotación que publica el CCH a través de los poemas extensos La suave patria, Muerte sin fin, Canto a un dios mineral y Piedra de sol, de Ramón López Velarde, José Gorostiza, Jorge Cuesta y Octavio Paz, respectivamente.

De esta manera, la institución educativa busca “incentivar la lectura de las y los jóvenes sin más pretensiones que la intuición, la comprensión y el gozo de estas obras maestras del lenguaje literario”.

Con más de una veintena de títulos, la colección, que surgió en 2020, amplía sus horizontes al ofrecer textos de renombrados autores nacionales e internacionales, así como clásicos y contemporáneos, de forma gratuita y que pueden descargarse en https://gaceta.cch.unam.mx/es/editorial/libros

Benjamín Barajas Sánchez, responsable de la edición, presentación y notas, explica que en Las alas del esclavo. Cuatro grandes poemas del siglo XX mexicano, el poema extenso “se abre paso entre las fronteras del texto narrativo y las formas puramente líricas, sin sacrificar la autonomía que nace de la concepción de un tiempo y espacio en que los géneros literarios, entendidos como formas tradicionales de expresión, se han erosionado”.

Y al referirse al poema extenso moderno indica que éste opta por “el fragmentarismo, la intertextualidad, la hibridación de los géneros y logra la cohesión y coherencia de su propuesta, como unidad orgánica, a partir de líneas de sentido donde hacen su presencia la recuperación de la memoria, la autobiografía y, sobre todo, la reflexión sobre el lenguaje. En el poema extenso moderno la palabra suele ser la protagonista”.

En este sentido, y antes de presentar cada uno de los poemas y lo que representa para la literatura, enumera algunos versos líricos como El cuervo, de Edgar Allan Poe; Canto a mí mismo, de Walt Whitman; El cementerio marino, de Paul Valéry; Fábula de Polifemo y Galatea y Soledades, de Góngora; Primero Sueño, de Sor Juana Inés de la Cruz; o Canto general, de Pablo Neruda.   

Los poetas

El académico señala que La suave patria, de Ramón López Velarde, “representa la clausura de la estética modernista y la apertura a la poesía contemporánea de México (…) El sentido del poema se organiza en torno a la patria, asociada con la mujer. Dicho binomio es contemplado y gozado sensualmente desde un ángulo íntimo, con una fuerte carga de erotismo, que 100 años después, aún halaga los oídos del lector”.

Mientras que Muerte sin fin, de José Gorostiza, lo califica como un “monumento del lenguaje”. Agrega: “La referencia central del poema puede ser la muerte de todo lo viviente y, en consecuencia, de Dios. La estrella de este viaje por la historia humana y natural es la palabra en su máxima expresión”.

Por otro lado, al comentar sobre Canto a un dios mineral, de Jorge Cuesta, integrante de la generación de Los Contemporáneos, el autor “desarrolla obsesiones temáticas: tiempo, espacio y materia; ausencia, presencia; la imposibilidad de lo tangible; la palabra como nexo con un mundo que fluye y se desvanece; todo resumido en las torturas de lo inefable que lo acercan al simbolismo de Mallarmé”.

Finalmente, del poema Piedra de sol, del Premio Nobel de Literatura, Octavio Paz, Barajas Sánchez destaca que sus 584 versos endecasílabos están asociados al número de días que tarda el planeta Venus en dar la vuelta al Sol.

“Es un poema en espiral, en apariencia concluye donde empieza, pero en cada vuelta hay una elevación resignificada por el renacimiento perpetuo del rapto amoroso. El amor es el fuego catalizador de la historia, el combustible primigenio de la libertad”, finaliza.

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