Han desplazado a las figuras mediáticas tradicionales. Ocupan las portadas de las revistas. Dominan las listas de los libros más vendidos. Divierten, enseñan, comentan, critican y orientan a las nuevas generaciones. Cuentan con millones de seguidores y su impacto es enorme entre los adolescentes, quienes han pasado de las relaciones cara a cara a las virtuales. En nuestro país, bajo nombres como Yuya o Luisito Comunica, acaparan la atención de los jóvenes, y han llegado a intervenir en el proceso de formación de las identidades juveniles. Ellos son los youtubers.
Forman parte de la cultura popular y participan ágilmente en las actividades de los nativos digitales. Además, se convirtieron en un negocio rentable, innovaron los contenidos mediáticos y son formadores de opinión pública. En pocas palabras, transformaron las formas de producción y difusión de los mensajes audiovisuales.
Así, los youtubers se han convertido en los líderes de opinión más importantes entre la generación centennial. En YouTube la mayoría de los usuarios son pasivos, lo que puede favorecer al rol de referentes sociales en la construcción de la identidad, pues los usuarios están más dispuestos a recibir los mensajes.
Desde esta perspectiva, se convierten en representaciones sociales y en guías para explicar, comprender y actuar en el entorno colectivo. Los usuarios, al interactuar y comunicarse con sus pares a través de los videos de sus youtubers favoritos, generan identificación grupal.
Específicamente, los youtubers, como representaciones sociales e influencers que inciden en la identidad juvenil, tienen, entre otras, las siguientes características: Provocan identificación con la audiencia al compartir rasgos con sus seguidores; crean vínculos emocionales al contar sus experiencias; generan confianza al demostrar que sus orientaciones son congruentes y confiables.
Además de honestidad, el seguidor espera que el youtuber siempre muestra su verdadera cara, lo que genera empatía, y, supuestamente, son figuras de experiencia, lo que les dota de una perspectiva distanciada de la adolescencia, por lo que pueden aconsejar.
