vencer inequidad

Especialista habla de “la cuestión de género”

Es violatoria del derecho humano de toda persona

Especialista habla de “la cuestión de género”
Es violatoria del derecho humano de toda persona

El papel social que se ha dado a hombres y mujeres viola los derechos humanos inherentes a cualquier persona, la injusticia e inequidad que impera en el trato debe terminar para beneficio de todas y todos, a fin de alcanzar la armonía social que las sociedades necesitan, planteó la pedagoga María Luisa Novoa Aguilar.

Al participar en la charla “La cuestión de género”, organizada por el Departamento de Psicopedagogía del plantel  Oriente, el 17 de septiembre, Novoa hizo un recorrido sobre la evolución de la sociedad y cómo la división del trabajo trajo consigo relaciones de poder inequitativas y trato desigual en hombres y mujeres, cuando un grupo se fue adueñando de los medios de producción y se delinearon roles y estereotipos basados en la violencia.

A partir de esa desigualdad, los hombres se apoderaron de la esfera pública y las mujeres fueron confinadas a la privada, cumpliendo labores en la casa y ocupadas en la crianza de los hijos, lo que con el tiempo representó menos salario y más trabajo.

Con las luchas feministas, continuó, las mujeres empezaron a exigir sus derechos sociales, políticos y laborales, como el derecho a la educación o al voto; buscaron abolir las diferencias determinadas por cuestiones biológicas y el sexismo en todas las áreas, ya sea socioeconómica, jurídica, política y contra cualquier forma de discriminación o distinciones de un régimen patriarcal.

Sobre el género, afirmó que “es un instrumento de análisis para explicar y describir las relaciones de poder entre hombres y mujeres, del terreno de la biología al de la cultura y el orden simbólico, pero hombres y mujeres no son realidades naturales, son construcciones culturales”, que establecen cómo vive y se relaciona cada sexo.

La ONU señala que la equidad de género implica justicia en el trato entre hombres y mujeres, con libertad para desarrollar sus elecciones personales sin verse limitados por prejuicios o estereotipos. Sin embargo, “vivimos una enorme violencia de género que es una de las formas más graves de violación de los derechos humanos”.

Dicha violencia, explicó, está justificada por la cultura machista, que dicta los mandatos de la masculinidad y la femineidad, y que se sigue infiltrando en todos los ámbitos de la vida, “lo que ha costado muchas vidas de niñas y mujeres, pero perjudica a todos en una sociedad”. 

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