Leticia Santa María, del plantel Azcapotzalco; Violeta Vázquez, de Naucalpan, y María Esther Izquierdo, de Vallejo, recibieron este año el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz que otorga la UNAM. Con motivo del 50 aniversario del Colegio y del Día de la Mujer, las académicas conversaron con estudiantes a través de las redes sociales sobre el papel de la mujer en el CCH.
Así, detallaron lo que se requiere para ser considerada a esta distinción: “Compromiso con tu quehacer docente”, dijo Izquierdo. Violeta Vázquez afirmó: “Hay que girar alrededor de los alumnos, pues ellos son el principal motor”. Y Leticia Santa María precisó: “El mérito ha sido trabajar desde el primer día durante 35 años y poner en primer lugar mi trabajo y mis alumnos”.
Para las tres académicas recibir este reconocimiento implica un gran compromiso. “Ahora hay una mayor carga de responsabilidad para responder a esta distinción que les ha otorgado a muchas otras mujeres”, puntualizó Santa María.
Para Izquierdo, este reconocimiento “simboliza el trabajo hecho con pasión y vocación que muchas académicas dejaron en las aulas durante toda una vida”.
Al recordar su paso por el CCH como alumnas, dieron un panorama de lo que ha sido el Colegio, “siempre cambiante sin perder su esencia”.
Vázquez apuntó: “Yo soy de la segunda generación de Naucalpan; por supuesto, había la mitad de los edificios que hay ahora, no existía Educación Física, no había canchas. Éramos muy poquitos, por cierto, todos besando tierra del CCH, porque era la oportunidad de la vida”.
Izquierdo encontró su vocación: “Fue donde decidí ser maestra. No sabía que quería impartir Educación Física. Me tocó ser prácticamente la última generación que tuvo la fortuna de contar con cuatro turnos. Siempre me gustó el Colegio, no me quería ir. Estaba en el turno tres y pedí mi cambio al cuatro. Llegaba a las 12 a teatro y después a la biblioteca. Realmente me enseñaron a ser autónoma, independiente y crítica”.
Santa María relató: “La formación que recibí en el área de talleres fue determinante para lo que después estudié. A partir de la investigación documental, el maestro fomentaba nuestro interés por los conflictos sociales y desde entonces comenzó la inclinación en poner atención en el problema de las mujeres, temas serios que debemos enfrentar”.
