“Para construir un mundo mejor se necesita ir paso a paso para que después, como una acción en cadena, se pueda desencadenar una transformación, no sólo en el país, incluso a nivel mundial, un cambio que nos beneficie a todos”, así lo considera Georgina Josselyn Montes Duarte, estudiante del plantel Vallejo del CCH, quien ha dedicado gran parte de su vida a ayudar a los demás.
La alumna comprendió desde su niñez que, con esas pequeñas acciones altruistas, de servicio, de empatía por el otro podían contribuir a crear una sociedad mejor; y es precisamente por estos méritos que la UNAM y la Fundación de Apoyo a la Juventud le otorgó la Presea Ingeniero Bernardo Quintana Arrioja 2024, en el rubro de Servicio.
Para Georgina, servir significa dar felicidad a alguien que por muchas circunstancias no la tiene: “para nosotros es muy fácil dar por sentado que siempre tenemos comida y un techo sobre nuestra cabeza, en general, que estamos bien, pero puede ser que por diversas circunstancias de la vida demos un giro de 180 grados y perder todo. Entonces, el que te den una sonrisa, comida, en estas circunstancias, te puede cambiar la perspectiva de vida”.
La joven recordó que cuando era niña asistió al Teletón y ahí se dio cuenta de lo valioso e importante de ayudar a otros: “vi que nosotros podíamos empezar este cambio, para esto me apoyó mi mamá, ella me empezó a motivar a hacer cosas, a seguir un paso adelante”.
En este camino, Josselyn empezó a observar a su alrededor y a participar en diversas acciones, como en la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer y en la Casa Hogar María Goretti, que alberga a niños con síndrome de Down.
También ha participado en actividades impulsadas por Protección Civil, fue brigadista comunitaria, ha recolectado tapas para ayudar a niños con cáncer; ha formado parte de un grupo de scout; además, se ha interesado en aspectos de cuidado del medio ambiente, como limpiar, junto a otros jóvenes, la presa de Jalpan, en Querétaro.
“Mi recompensa siempre ha sido la sonrisa de la gente, así me he sentido muy feliz, por ejemplo, ayudé a niñas con síndrome de Down de la Casa Hogar María Goretti; me agradó que ellas pudieran interactuar con otras personas, eso es una felicidad muy bonita”, compartió.
Un paso importante, señaló, ha sido formar parte del CCH, ya que su Modelo Educativo le ha ayudado a consolidar su forma de ver la vida y de impulsar más su generosidad.
“Me agrada mucho la mentalidad que tiene el Colegio. Los maestros nos piden investigar, nos guían a ser autodidactas, a que no nos quedemos con lo que nos dicen, que desarrollemos el pensamiento crítico (…) ellos nos apoyan. Me encanta esa forma de enseñar, el que nosotros mismos aprendamos”, dijo.
En este sentido, la joven de cuarto semestre quiere especializarse y trabajar en un laboratorio u hospital en el área de la ingeniería aplicada en la medicina y así apoyar a quienes han sufrido accidentes; para ello, aún no decide si entre Órtesis y Prótesis o Ingeniería en Sistemas Biomédicos. “Es una de mis pasiones, haciendo lo que más me apasiona, ayudando a mi mamá y mi familia y también continuando en el ámbito de servicio”.