Tenía 19 años, estudiaba Ciencias de la Informática y me tocó exponer junto con otros compañeros el tema Bases de datos. Al finalizar, la profesora, que no rebasaba los 30 años, nos evaluó en equipo e individualmente. Mi evaluación del tema no tuvo problema, pero al “calificar” mi expresión corporal, frente a todo el grupo comentó: “Tienes movimientos demasiado femeninos; esos deberías dejarlos para una mujer”.
Por supuesto no regresé más a esa clase por la vergüenza que me generó el comentario. La anécdota es lo de menos, pero sepan que estas situaciones son por las que atraviesa la población estudiantil, en cualquier nivel educativo, y que sea una o un docente quien emita un juicio negativo a partir del comportamiento de género, de identidad o sexo-afectivo, genera ansiedad e incluso culpabilidad en el alumnado.
Abre la posibilidad de que otros sean hostiles con quienes son distintos, de ahí la importancia de poner sobre la mesa el tema de la diversidad sexual en el bachillerato y la razón de ser de la columna Prisma, un espacio de investigación, argumentación, información y difusión responsable del tema, dirigido a toda la comunidad del plantel interesada en conocer y entender que la base de toda relación humana es el respeto.
La educación inclusiva es un proceso que permite abordar y responder a la diversidad de necesidades del alumnado, a través de una mayor participación en el aprendizaje, actividades culturales y comunitarias y reducir la exclusión dentro y fuera del aula, del sistema educativo, la Universidad y del país en general, para eliminar todas las barreras que limitan el proceso enseñanza aprendizaje y generar autoconfianza en la comunidad estudiantil y que exista un progreso cultural, social y educativo.
Es también, abubdó, un reto para todos los sistemas educativos actuales, que deben garantizar la escolarización de todas sus comunidades, sin ningún tipo de exclusión, discriminación o segregación.
Visto así, Prisma, que será publicada por Pulso de Naucalpan, abordará de manera puntual aquellos temas que la diversidad sexual permita, desde historia y cultura, hasta definiciones y conceptos, símbolos que la representan, literatura de ficción y no ficción, cine, teatro, personajes históricos y contemporáneos, logros, noticias y todo aquello por lo que se sigue reclamando, con base en una argumentación académica.
