En la actualidad hay diferentes tipos de ocio, desde aquel que representa un tiempo de descanso, que permite la reflexión y que es muy necesario en la vida diaria, hasta aquel que nos hace presas de los ladrones de tiempo, como la televisión o los videojuegos, por eso es importante enseñarles a los jóvenes sobre el ocio productivo, consideró la orientadora Ana Luz Flores Pacheco.
La orientadora de la DGOAE participó en el ciclo Escuela para padres, con la charla “El ocio en la adolescencia”, tema que, advirtió, es muy serio, pues hoy en día las personas ocupan mucho tiempo en las redes, en lugar de hacer cosas productivas. Antes, recordó, se hacía artesanía, actividades en las que participaba toda la familia, se practicaba la escritura; “éste es un lado amable, pero también hay otro que no es tan amable, cuando las personas dejan de hacer cosas y se dedican a hacer nada”.
El ocio, dijo, debe verse como la parte de “ya trabajamos y podemos dedicarnos a cosas divertidas como ir a la playa o realizar pendientes en la casa”, sin embargo, hoy la representación del ocio es un joven tirado en la sala, sin querer mover un dedo.
“Habría que pensar en esta parte de la adolescencia qué es ocio no productivo”, dijo, para luego pasarles otras imágenes con ejemplos de ocio no productivo e incluso dañino, como cuando ataca la depresión y el cuerpo se siente triste, “es un mecanismo que obliga al sujeto a pensar y reflexionar”.
Otro tipo de ocio, expuso, es aquel en el que se observa a una mujer respirando, plena y satisfecha, otra imagen muestra a una mujer disfrutando de la naturaleza y a otra más tomando un curso, “este sería el ocio productivo que deja muchas satisfacciones”.
La académica señaló que el ocio ha tenido muchas etapas en la vida de la humanidad, lo decía Séneca: es un descanso, un espacio de paz y contemplación creadora, pero estar en ocio muy prolongado, no es reposo, es pereza, subrayó.
También consideró que cuando hay que organizarse en las familias sobre varias labores y los jóvenes miran al cielo, en parte un ratito está bien, “pero tener un Roll-Royce en el estacionamiento de nuestra casa todo el día es un desperdicio, así como tener una mente tan maravillosa como la de los jóvenes, que son capaces de imaginar mil cosas, y no ponerla a trabajar en retos”.
Si tengo tiempo extra, señaló, lo podría dedicar una parte a descansar, porque es importante descansar la mente y el cuerpo, pero descansar no es tirarse a ver series, “sino concentrarse en respirar tranquilamente para que mi cerebro logre estabilizarse, recordemos que es electromagnético y debemos tener momentos de tranquilidad, es importante para nuestra salud; si además puedo subir los pies para la circulación, perfecto, o hacer yoga”, recomendó.
La especialista puso énfasis en que el ocio también puede formar a las personas, “ahora, con las facilidades de conectarse a plataformas, se puede cursar algo que me guste, también está la parte de tiempo que puedo compartir con mi familia, lo que generará mejores relaciones, porque no es agradable que cada quien esté viendo su celular, si se puede revisar, por ejemplo, la oferta cultural de la CDMX”, pero para poder hacer algo en familia, consideró.
Flores Pacheco platicó el caso de dos chicos que durante la pandemia se metieron tanto en las redes que, de ser unos jóvenes productivos, se convirtieron en adictos al juego, uno de ellos no lo pudo controlar y sólo acreditó dos de 10 materias. El otro chico lo cortó de tajo y tomó un curso para reforzar sus estudios y ya no tiene tiempo para jugar.
Luego, se proyectó un video en el que se muestra cómo se puede distraer una persona al consultar algo en internet, saltando de sitio en sitio, pasando demasiado tiempo. En su opinión, “si nos organizamos, podemos tener más tiempo libre, porque los malos hábitos son ladrones de tiempo, igual que el desorden mental, si no aclaro lo que quiero y lo hago”.