Ser profesora del CCH es brindar a los jóvenes la posibilidad de aprender “la manera en cómo adquieren el conocimiento para llegar más rápido a mejorar su instrucción académica”, refirió Cristina Caramón Arana, profesora fundadora del plantel Vallejo. “Para mí el Colegio es saber cómo aprenden los estudiantes, así como la manera de orientarlos para adquirir conocimientos significativos, tal y como lo recomienda la Organización de Naciones Unidas (ONU), trabajar en cómo aprender. El CCH tiene mucha experiencia al respecto y es importante que se recobre esta línea de acción”. El ambiente de trabajo es otro de aspecto importante que se debe cuidar en el salón de clase, “pues los estudiantes no deben de vivir el aprendizaje con pesadez, sino con gusto y alegría”. En su caso y desde hace tiempo aplica cuestionarios a los alumnos para conocer sus características, habilidades y debilidades. En unción a este análisis conforma equipos de trabajo inteligente para impulsar el aprendizaje, el trabajo colaborativo y la armonía, explicó.
“Esto me ha sido de gran utilidad, por las características de los chicos de hoy, pues no atienden por más de 20 minutos. En ello radica la importancia de que el profesor sepa dar información rápida y directa, para que ellos aprendan a trabajar e interrelacionarse.“
Es sorprendente ver como entre los jóvenes surgen ideas, se comunican y potencializan sus habilidades, es decir que se asombren de lo hacen. Y eso te incentiva como profesor porque nos lleva al cuestionamiento de si estamos haciendo bien las cosas o que es lo que se debe ajustar en el camino”, agregó Caramón, a quien su maestro en la facultad, Pablo González Casanova, animó a seguir la carrera docente. “Hay que recuperar la experiencia de los profesores fundadores, para que los nuevos docentes cuenten con la visión global de lo que es la raíz de la fundación del Colegio”, finalizó la maestra.
