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Es urgente eliminar los tabúes y mitos

En el CCH se hacen colectas de artículos de higiene y se imparten charlas del tema

Es urgente eliminar los tabúes y mitos
En el CCH se hacen colectas de artículos de higiene y se imparten charlas del tema

El 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, se ha convertido en una fecha para reflexionar sobre las múltiples formas de discriminación y violencia de las cuales somos sujetas las mujeres y las niñas debido a nuestro género, mismas que están estrechamente vinculadas con estereotipos y roles impuestos con base en nuestro sexo.

Por ello, como parte de las acciones a favor de la prevención de la violencia contra las mujeres y la concientización entre la comunidad universitaria para fomentar entornos igualitarios, reflexionaremos alrededor de la menstruación, un tema que ha sido estigmatizante para las mujeres debido a los mitos que la rodean y se han perpetuado durante siglos.

Por ejemplo, se considera que la menstruación es sucia o impura; que las mujeres somos más emocionales e irracionales cuando estamos menstruando; que no debemos hablar de ella en público o como que el dolor menstrual es normal.

En ese sentido, los mitos en torno a la menstruación surgen por falta de información, por diversos tabúes interiorizados culturalmente, así como la idea de que las mujeres debemos permanecer en silencio y tener en secreto las experiencias sobre nuestros ciclos menstruales.

Así, todo tabú, mito o estereotipo alrededor de los procesos menstruales pueden considerarse como una forma de violencia, pues contribuyen a la discriminación, el estigma y la desigualdad, se afecta de manera directa la dignidad de las mujeres, pues se basan en juicios falsos o limitados sobre lo que significa menstruar.

Por ejemplo, existe violencia emocional debido a la idea de vergüenza y estigmatización, al reproducir el pensamiento de que la menstruación es sucia e impura; esto puede llevar a muchas personas, en particular, adolescentes y mujeres jóvenes, a sentir vergüenza de su cuerpo, lo cual es una limitante.

Asimismo, existe otro estereotipo común que considera que las mujeres somos irracionales, emocionales o inestables cuando menstruamos, lo cual es falso.

Lo único que hace este prejuicio es invalidar las experiencias de las mujeres, ya que recae en una forma de abuso al descalificar y minimizar sus vivencias.

Otra problemática asociada a la menstruación es el acceso limitado a productos para gestionar este proceso, lo que genera un tipo de violencia estructural y dificulta el acceso de muchas mujeres alrededor del mundo a productos de higiene adecuados.

Por lo anterior, es necesario generar políticas públicas a favor del reconocimiento de las necesidades para gestionar la menstruación dignamente, por ejemplo, el acceso gratuito o accesible a productos de higiene y educación menstrual.

Desde el Colegio de Ciencias y Humanidades se han elaborado diversas políticas educativas que suman a la igualdad sustantiva entre la comunidad.

No debemos perder de vista el fomento de una menstruación digna para garantizar que las mujeres puedan vivir su ciclo de forma saludable, en comodidad, libre de estigmas y estereotipos, a través del acceso a recursos.

Es menester continuar con acciones que permitan incentivar el acceso a productos menstruales mediante campañas de donación permanente de los enseres para gestionar este proceso, como toallas, tampones y/o copas menstruales y asumir el compromiso de fomentar una educación menstrual que proporcione información y educación sobre el ciclo menstrual, salud reproductiva e higiene menstrual para todas. 

* Profesora del plantel Sur.

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