Personas son privadas de la libertad y forzadas a actividades ilegales

Protegen los derechos humanos

Personas son privadas de la libertad y forzadas a actividades ilegales

Protegen los derechos humanos
Personas son privadas de la libertad y forzadas a actividades ilegales

El fin de la trata de personas es la explotación. Se trata de una violación a la seguridad personal y un delito de escala global. Actualmente, México se encuentra en el tercer lugar a escala global en la trata de personas, principalmente, en mujeres y menores de edad.

Así se señaló en la conferencia “La esclavitud del siglo XXI: trata de personas”, impartida por Esperanza Hernández Guadarrama, Edmundo González Zamorano y Jhonatan Josué Díaz Bustamante, de la Asociación El Pozo de la Vida, organizada por la Secretaria Técnica-Siladin en el Auditorio 1 del Siladin del plantel Sur, la cual tuvo como propósito de concientizar al alumnado sobre esta situación en México.

Tras indicar hasta el año 2022 se registraron 150 mil personas desaparecidas en el país, los especialistas comentaron que un número importante de víctimas fueron privadas de su libertad, dignidad y derechos humanos, es decir, de tres factores elementales para las y los individuos.

Mencionaron que las personas vulnerables al tráfico humano son mujeres, menores de edad, indígenas, adultos mayores, con discapacidad y de la comunidad LGBTIQ; “no importa la etnia, el origen ni el color de piel”, dijeron.

Además, precisaron que para entender este fenómeno, se debe tener una visión generalizada de que no solo se trata de explotación sexual, pues en realidad existen once modalidades o formas de explotación de acuerdo con la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos.

Entre ellas se encuentran la esclavitud, la condición de siervo; la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, la explotación laboral, el trabajo o servicios forzados, la mendicidad forzosa, la utilización de personas en menores de 18 años en actividades delictivas.

A esto se suma la adopción ilegal de una persona menor de 18 años, el matrimonio forzado o servil, el tráfico de órganos, tejidos y células de seres humanos vivos; y la experimentación biomédica ilícita en seres humanos. Ante esto último, la esclavitud del siglo XXI concibe a los seres humanos como mercancías.

Como parte de la prevención y conocimiento de este fenómeno, explicaron que no deben de normalizarse ciertas actividades ilícitas, como la pornografía; evitar contribuir con la mendicidad, es decir, evitar dar dinero a niñas, niños y gente mayor que piden limosna.

Asimismo, tener cuidado con la información que se proporciona en los medios digitales (contraseñas, videos, fotografías, información personal, etcétera), evitar encuentros con personas que se conocen por internet o a través de los videojuegos; tener cuidado con las ofertas engañosas de empleo, configurar opciones de seguridad y sensilizar sobre esta problemática, es decir, platicar este tema con alguien más y seguir informándose.

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