Estética

Abordan la enseñanza de la Estética en el CCH

Algo que debiera ser estético se convierte en un mandato moral

Abordan la enseñanza de la Estética en el CCH
Algo que debiera ser estético se convierte en un mandato moral

El propósito fundamental de esta plática es la necesidad de un pensamiento crítico y creativo en un mundo estetizado, es necesaria la educación estética. Entendemos que el ser humano es un individuo que necesita ser educado, debe tener un proceso de formación, pero ¿cómo debe ser? Buscamos que no sea un sujeto masa, sino alguien con un proyecto auténtico de persona y para esto se requiere un pensamiento propio que cuestione la realidad individual y social, señaló Paola Zamora Borge, profesora del plantel Azcapotzalco.

Durante el segundo día de la Jornada de Filosofía, Zamora Borge presentó la conferencia “La enseñanza de la Estética en el CCH”.

“El contexto es que somos parte de una maquinaria en la que nuestro punto de realización es un engranaje de consumo, con lo cual se niega otra forma de conocimiento más pleno, el de la autenticidad. Para el filósofo Herbert Marcuse, la sociedad es unidimensional, perfila un estilo de vida de las sociedades industriales avanzadas en el que la enajenación es mayor en este modelo, el ser humano se limita a producir, no a crearse así mismo”.”

“Esta crítica del siglo pasado, continuó, la encontramos hoy en la forma como interactuamos, estamos rodeados de un mundo tecnológico-digital en el cual hay una sobreestimulación que va de la realidad virtual, experiencias que no son concretas y se presentan como si lo fueran y esta idea de la realidad aumentada en la que nos sumergimos y estamos en una inmersión ficcional. Estamos en una cultura completamente digital, aunque lo analógico lo sigamos compartiendo”, señaló.

La asesora en docencia abordó el mito de la belleza, “algo que debería ser estético se convierte en un mandato moral; Naomi Wolf observa que pese a que las mujeres actualmente se desenvuelven en la vida pública y sus talentos y capacidades son reconocidas, hay una presión social que ha aumentado con relación a la exigencia de perseguir y obtener la belleza física, la cual tiene una implicación económica, que no sólo tiene que ver sólo con el dinero, sino con el tiempo y la dedicación”.

La maestra en Filosofía mencionó cómo los estándares de belleza torturan y puso como ejemplo las zapatillas de tacón alto o la deformación de los pies en ciertas culturas. Asimismo, habló de los filtros en las fotos de las redes sociales, que lo convierte en un reino de mentiras. Aseguró que la estética va más allá del arte, es un pensamiento crítico y creativo.

Invitó a ver la enseñanza y el aprendizaje de la estética siendo conscientes de la reducción a la que nos somete un sistema económico que nos ve como mercancía y que condiciona nuestras referencias estéticas. Además, buscar otras formas en las que se narre el mundo de una manera más poética, para que tenga esa riqueza, que al final nos permita el hacernos humanos.

“Ojalá que podamos discutir con nuestros estudiantes todas estas formas en las que podemos disfrutar el mundo con sus diferentes matices, volúmenes, profundidades, pensar que el mundo es un misterio que aún se puede descubrir”, concluyó.

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