El 3 de diciembre de 1997, el pleno del Consejo Universitario de la UNAM otorgó al CCH el rango de Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades, lo que le permitió ser una entidad académica plenamente reconocida en el Estatuto General de la Universidad, de la misma forma que la Escuela Nacional Preparatoria, consolidar la representación del Colegio frente al Consejo Universitario y vigorizar su estructura de gobierno, se explicó en la exposición de motivos para su aprobación.
Antes de la votación de la adecuación estatutaria, presentada por las comisiones de Legislación Universitaria y Trabajo Académico del órgano colegiado, se recomendó al pleno la aprobación del proyecto, debido a la equivalencia académica entre los dos sistemas de bachillerato de la Universidad, ENP y CCH, la calidad del Plan de Estudios Actualizado (PEA) y la superación de la planta docente.
El estatuto general de la UNAM establece que las dependencias universitarias dedicadas a la docencia son escuelas nacionales y el Colegio, desde su fundación, no gozó de las ventajas atribuida.
“Ahora, el Colegio ya no es sólo un proyecto, sino que ha alcanzado su madurez y ha demostrado sus buenos resultados, por lo tanto, debe de recibir el reconocimiento formal de ser Escuela Nacional con las ventajas y responsabilidades que le corresponden”, señaló el rector, Francisco Barnés de Castro.
En tanto que Jorge González Teyssier, coordinador del CCH, apuntó que la adecuación estatutaria le daría a la institución la posibilidad de ocupar un lugar en el Consejo Universitario, como todas las entidades, con voz y voto, además de que sería conducida por un Director General.
También ese año, el Colegio implementó el PEA, que fue el eje central sobre el cual se desarrolló el proceso de enseñanza-aprendizaje de la institución.
Como consecuencia de éste y de los perfiles en los programas de las materias, el Consejo Técnico de la UACB del CCH aprobó el Perfil Profesiográfico con Propósito de Definitividad y Cobertura de Grupos Vacantes, y actualizó las normas para las pruebas de definitividad de los profesores de asignatura, lo que dio mayor fortaleza a la planta docente del Colegio.
Por aquel entonces, la institución contaba con una planta docente de dos mil 646 profesores, distribuidos de la siguiente manera: 14 asignados para la coordinación del CCH, 362 para la UACB, 426 al plantel Azcapotzalco, 414 a Naucalpan, 437 a Vallejo, 443 a Oriente y 550 a Sur.
De ellos, mil profesores cursaron el Seminario Taller de Planeación Didáctica, diseñado para las asignaturas del primer semestre, de las cuatro áreas del PEA, con el apoyo de 90 monitores.
Otro número importante de académicos de los cinco planteles tomaron el Taller de Planeación de la Docencia, para cumplir con sus compromisos profesionales.
También destacó que se presentó el PEA a 58 escuelas del Sistema Incorporado a la UNAM, con la asistencia de 82 profesores a 200 horas de cursos.
En tanto que, con el apoyo de instancias centrales de la UNAM y la donación de Fundación UNAM, se adaptaron salones en los planteles para el Taller de Cómputo, dotando a los espacios con más de 400 computadoras.
Por otra parte, se creó la credencial de servicios múltiples con código de barras para la identificación de los alumnos y su acceso a los servicios académicos y escolares. La actividad sirvió como apoyo a la bienvenida de 18 mil alumnos de la de la generación 1997-1.
En este contexto, Ramón Adán Paredes Pérez fue nombrado director del plantel Vallejo para el periodo 1997-2001.
Otro aspecto importante que tuvo eco en el Colegio, en ese tiempo, fue la aprobación por parte del Consejo Universitario de las modificaciones al Reglamento General de Inscripciones y al Reglamento General de Exámenes, elaborados con base en los principios generales relacionados con el ingreso y la permanencia en los ciclos de bachillerato y licenciatura, acordados por el Consejo en su sesión del 9 de junio, luego de una amplia consulta a los 26 Consejos Técnicos, cuatro Consejos Académicos de Área y al Consejo Académico del Bachillerato.
