En busca de una sociedad más justa y equitativa se hace necesario repensar el género, ya que el impacto de lo privado en el espacio público hace que cambie la sociedad, señaló Danitza Morales Gómez, licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM.
A través de su charla virtual “Repensando el género. ¿Lo personal es político?”, la excecehachera del plantel Naucalpan dijo que hay que tomar conciencia de la importancia de visibilizar lo privado del comportamiento de género y lo sexual de las personas en los espacios públicos, para con ello cambiar, en lo posible, el entorno social.
Con lo anterior, “se pueden romper las barreras de género para decidir, garantizar la igualdad de derechos y oportunidades y promover la igualdad en todos los niveles, fomentando la inclusión y el desarrollo profesional público y privado”, destacó Morales Gómez.
Asimismo, ayuda a promover la equidad salarial, obteniendo derechos y obligaciones igualitarias, a eliminar roles de género y estereotipos e impulsa el libre desarrollo de la personalidad para lograr la igualdad en aras de una sociedad más justa y equitativa, abundó.
Sobre el tema de derechos y obligaciones igualitarias, dio el ejemplo de la guardia y custodia de hijas e hijos; el orden de apellidos; el trabajo fuera y dentro de casa; la responsabilidad compartida; las prestaciones recíprocas y la diversidad sexual, que en los últimos años ha sido de suma importancia para normalizar las relaciones de las personas en la sociedad.
Otro aspecto importante, destacó, es la igualdad económica y laboral, “ya que existe una división sexual histórica del trabajo; doble carga laboral para las mujeres, que puede estar remunerada o no, y la brecha de género, causando cualquier disparidad entre la condición o posición de los hombres y las mujeres en la sociedad.
“También es importante comprender el tema para que las personas puedan elegir cómo desarrollarse en lo personal; en lo referente a la maternidad o paternidad responsable; la elección profesión u oficio; para expresarse libremente y sin estereotipos de género, vestimenta, actuación, expresión artística y estándares de belleza”.
Antes de compartir dichas reflexiones sobre lo personal y lo político del género, la especialista explicó las diferencias entre sexo y género, para contextualizar el comportamiento social.
El sexo se refiere a una cuestión biológica y física que consideran, si se es hembra o macho, clasificación que se hace al momento del nacimiento de las personas.
Si bien se tiene como base una fundamentación fisiológica y física que es el sexo, “más allá de eso se encuentra la parte social, donde las personas deciden qué es lo que socialmente va a ser considerado como femenino y masculino”.
Por otra parte, se encuentra el concepto de género, que es una construcción social que se ha ido estructurando de manera distinta en el tiempo.
En tanto que los estereotipos y roles de género hacen que se formen ideas desiguales para las personas con cargas sociales y morales, que se imponen a mujeres y hombres.
La excecehachera enfatizó que “patriarcado, machismo y sexismo han sido conceptos erróneos que se han ido reproduciendo a lo largo del tiempo para afectar en lo público y privado el desarrollo humano, artístico, cultural, político o social de las personas”.
Por último, abordó a detalle el surgimiento de feminismo y la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, para formar una sociedad más equitativa.
