Ellas viven situaciones de violencia en todos los ámbitos de la vida

Es urgente buscar soluciones

Ellas viven situaciones de violencia en todos los ámbitos de la vida

Es urgente buscar soluciones
Ellas viven situaciones de violencia en todos los ámbitos de la vida

Cantamos sin miedo, pedimos justicia

Gritamos por cada desaparecida

Que resuene fuerte: “¡nos queremos vivas!”

Vivir Quintana

 

La violencia de género es una realidad que acontece todos los días y es vivida, de manera cotidiana, por miles de mujeres en el mundo. Es necesario hablar de la violencia de género, porque sigue siendo de vital importancia mostrarla, ponerla a la luz, hacerla patente, es una realidad que no podemos y no debemos negar.

Debido a la violencia de género, en México mueren en promedio 11 mujeres al día, por tal motivo, es necesario hablar de su existencia, pero es mucho más relevante aprender a identificar las distintas y diversas manifestaciones de dicha forma de la violencia.

Entendemos por violencia de género a cualquier forma de violencia física, psicológica, patrimonial, económica y sexual ejercida contra una persona en función de su identidad o condición de género. Es importante mencionar que son las mujeres quienes más padecen esta situación, pero no es excluyente del género masculino o de las diversidades sexo-genéricas.

Así, podemos observar la violencia de género en distintos ámbitos de nuestra vida, por ejemplo, en la familia, cuando el trabajo doméstico es únicamente realizado por las mujeres; en el transporte público mediante las miradas lascivas, los comentarios morbosos o peor aún, ante los tocamientos no permitidos.

La violencia de género se hace presente en los espacios laborales cuando existe desigualdad de salario entre hombres y mujeres por el mismo trabajo realizado, cuando es casi imposible acceder a puestos directivos o cargos del ejercicio del “poder”, sólo por el hecho de ser mujer, sin tomar en cuenta la preparación académica y profesional de una persona.

También se manifiesta en cualquier lugar y momento cada vez que una mujer, joven o niña, es acosada sexualmente o privada de la libertad, cuando no puede acceder a los derechos básicos de educación, salud, empleo etcétera; es necesario decir que la violencia de género va en escalada, se manifiesta a través de un comentario sexista, el chantaje, pasando por la humillación, un pellizco, un empujón, hasta llegar al feminicidio.

Es sostenida por el sistema patriarcal vigente, el cual se manifiesta a través de creencias, estereotipos, prácticas cotidianas y culturales que permiten invisibilizar los comportamientos machistas y violentos hacia la mujer. El sistema cultural y moral de la sociedad actual muestra como “normal” y, por lo tanto, como algo aceptable, comportamientos que violentan y vulneran la integridad de muchas mujeres y niñas.

En el caso de la violencia de género podemos decir que hay un alto grado de permisividad que  es bien vista y hasta celebrada; unido a esto podemos pensar en los estereotipos de género que se encuentran marcados en el espacio público y privado de la sociedad, donde las mujeres siguen siendo vistas como personas de segunda calidad, con roles específicos, subvalorados, etcétera.

Asimismo, es importante mencionar la falta de justicia y la impunidad que muchas veces se vive desde los espacios jurídicos. Por tal motivo, es necesario no sólo trabajar en el aspecto punitivo de la violencia, es decir, generar las leyes y políticas necesarias para su regulación, sino es de vital importancia construir una cultura distinta que tenga como bandera el respeto hacia el otro, la inclusión, la diversidad en pro de una sociedad más igualitaria y justa para todos y todas.

Esta cultura en pro de la igualdad debe ir acompañada del fomento de una educación con perspectiva de género, la cual permita romper con estereotipos y costumbres arraigadas que vulneran los derechos de las mujeres y diversidades sexo-genéricas; además, es importante garantizar la participación de las mujeres en todas las esferas de la sociedad, construir espacios de denuncia en caso de ser testigo o víctima de violencia de género, originar políticas que promuevan y fortalezcan la igualdad de género, así como la creación de leyes que sancionen conductas violentas y defiendan a las víctimas.

Compartir: