Respaldados por un amplio trabajo de investigación, Dulce María Santillán, Diana Alicia López y Benjamín Barajas Sánchez elaboraron el texto La formación de profesores en el Colegio de Ciencias y Humanidades 1971-2023. De forma cronológica este trabajo muestra el proceso que ha atravesado la institución en esos años, pues a través de tablas y datos contextuales se explica su evolución y se enriquece con gráficas que dan cuenta de esta actualización de 1971 a 1982, en una primera parte.
Desde su creación, la formación docente ha sido una prioridad para el CCH tanto para reforzar sus conocimientos disciplinarios como para su formación en los aspectos didácticos, lo que incluye una actualización permanente.
Durante la década de los setenta se ofrecieron actividades y cursos para atender las necesidades de enseñanza de los Programas de Estudio.
En 1983 el Colegio configuró un programa de formación y actualización de acuerdo con las necesidades detectadas en los profesores. En 1993, se formalizó institucionalmente dicho programa tanto de actualización como de fortalecimiento de la planta docente, cuyo propósito central fue elevar la calidad en la enseñanza. Asimismo, se implementaron acciones para los profesores de primer ingreso y la formación y actualización de docentes en servicio.
A más de 50 años de su creación, quizá uno de los puntos pendientes por atender es un programa que prepare y evalúe a los docentes en habilidades y experiencia en el aula. Lo anterior corresponde al campo de la didáctica, y aunque está prescrito en la documentación de su Modelo Educativo, en la práctica esos procedimientos y técnicas para hacer llegar a los estudiantes los conocimientos del profesor, no se han documentado cabalmente.
Este trabajo, afirman sus autores, se propuso analizar los cambios y evolución respecto a la formación docente para identificar necesidades y áreas de oportunidad. El Modelo Educativo del Colegio plantea que el maestro sea orientador y guía para los estudiantes, por lo cual se hace necesario un dominio tanto de su disciplina como de herramientas para acercar estos conocimientos y motivar en ellos la curiosidad y creatividad.
Al inicio
La Guía del Profesor de 1971 tuvo entre sus finalidades que el maestro evaluara tanto el progreso de cada alumno, como su propia acción realizada en los grupos. Para ello, le confirieron tareas de asesoría, diagnóstico, seguimiento y evaluación tanto de los programas que impartía como del propio aprendizaje y el progreso de los estudiantes.
En la primera década de este bachillerato se fue perfilando la formación docente y su traducción en acciones concretas para jóvenes recién egresados o estudiantes con carrera inconclusa que carecían de una formación pedagógica y particularmente didáctica. Los autores aseguran que los primeros cursos de formación provinieron de la Secretaría de Planeación (Seplan) del CCH, del Centro de Investigación y Servicios Educativos (CISE), además de los cursos implementados por los propios planteles.
En 1978, el Colegio publicó el Programa de Superación del Personal Académico, para sistematizar actividades de formación docente y buscar la actualización de contenidos y métodos. De 1976 y hasta 1982, la Seplan dio prioridad a la formación de profesores en periodos intersemestrales e interanuales.
En 1983 la formación de los profesores pasó a ser parte de las funciones de la Secretaría Académica, la cual atendió el compromiso con cursos disciplinarios para el ejercicio de la docencia y de superación. En 1992, el Departamento de Formación de Profesores diseñó actividades dirigidas a organizar, actualizar y dar un seguimiento al Programa Integral de Formación Docente, que contó con la colaboración de profesores de posgrado.
En 1993 se efectuaron ajustes al programa de actualización de profesores. Destaca el Programa de Fortalecimiento de la Planta Docente, y el Programa para la Actualización y Superación del Personal Docente del Bachillerato (PAAS), ya que su formación adquiere el estatus de prioridad institucional para equilibrar la actualización disciplinaria y pedagógica.
Después del año 2000, la formación de profesores recibe el apoyo de la Maestría en Docencia para la Educación Media Superior (MADEMS), con el objetivo de preparar profesionales calificados para ejercer la docencia en el nivel medio superior, sustentada en 14 campos de conocimiento y tres líneas de formación: socio-ética-educativa, psicopedagógica y disciplinar.
En 2019, se puso en operación el Programa de Formación Docente para impulsar la formación inicial y la inmersión en el Modelo Educativo del CCH; incluido el desarrollo de la carrera académica y la formación, con opciones al estudio de especializaciones, diplomados, posgrados, entre otros. También se implementaron cursos para Opciones Técnicas, asesorías, tutorías en línea.
Las propuestas para la formación de profesores han variado a lo largo de la historia del Colegio. El actual Programa Integral de Formación Docente considera ejes y líneas de formación, a partir de cursos, talleres y seminarios, tanto para el conocimiento del Modelo del Colegio, como para la actualización de los conocimientos disciplinarios, habilidades cognitivas, afectivas y socioculturales, destacan.
En 2023, se presentó la Propuesta Actualizada del Programa Integral de Formación Docente, la cual pretende ser un programa dinámico, operativo y concreto de actualización. El perfil del estudiante debe dar a los profesores las herramientas necesarias para acercar su saber disciplinario a la socialización de conocimientos con los jóvenes, a través de estrategias, medios y materiales para ponerlos al alcance de cada situación de enseñanza grupal, remarcan los autores en su escrito.
