vallejo1

Tres años, pero un impacto de por vida

A la alumna del plantel Vallejo le impresiona lo que podía aprender cada día

Tres años, pero un impacto de por vida
A la alumna del plantel Vallejo le impresiona lo que podía aprender cada día

Soy alumna de sexto semestre. Recién cerré esta maravillosa etapa y hay algo que quiero contarles: desde la secundaria sabía que quería estudiar en el plantel Vallejo y, sin saber dónde quedaba o cómo llegar, me aferré a esa idea. Fue la mejor decisión que pude tomar.

Cuando entras, no tomas tan en serio el aprender a aprender. Es en tus últimas semanas de tu estancia cuando realmente entiendes el significado de esa frase, lema del CCH.

Desde el primer día notas un ambiente especial y empiezas a conocer a tanta gente que te impresiona todo lo que puedes aprender de esas personas. Y si bien es cierto que tus compañeros de primer semestre no seguirán contigo hasta el final, también lo es que los que se queden tendrán un gran impacto en tu vida. Poco a poco empiezas a madurar, a formar un criterio propio, te cuestionas todo y aprendes mucho. La persona que soy hoy la construí en estos tres años.

Cuando entras no imaginas terminar amando cada salón, cada pasillo e incluso el pasto, ese olor tan particular. Cada lugar te recordará alguna anécdota, ya sea el centro de cómputo, la mediateca, la cafetería o la biblioteca. Es maravilloso cómo Vallejito se convierte en tu lugar feliz. Y no sólo dentro del plantel, también hay aventuras en el trayecto.

Podría contar tantas experiencias que Vallejo me dio, de todo lo que aprendí y lo agradecida que estoy, pero no acabaría. Lo que sí puedo decir es que tuve a algunos de los mejores profesores del CCH, y los recuerdo con mucho cariño. No saben lo hermoso que es llegar a la escuela y ver que hay compañeros actuando, cantando, bailando, pintando e, incluso, disfrazados sólo porque sí. Ver a otros patinando o corriendo por el plantel, tomándose fotos, comiendo, durmiendo o jugando UNO.

Y ni se imaginan lo divertido que es pasar Día de Muertos o Halloween ahí. ¡Qué ofrendas tan hermosas! O de plano un día ver una banda tocando en pastos o ferias de libros, compañeros probando sus experimentos de física y otros paseando a las tortugas del acuario, y ni se diga de cuando llevan a sus mascotas: de repente ya estás rodeada de conejitos, gatitos o perritos.

Me pone muy feliz saber que conocí a gente tan linda, de recordar momentos únicos. Justo ahora es cuando sé que nunca se podrá disfrutar al ciento por ciento el CCH, porque siempre sentirás que te faltó algo más, porque habrás deseado quedarte más tiempo. Un día estás perdido en esa enorme escuela buscando tu salón, y al otro, sin darte cuenta, ya habrán pasado tres años y habrás memorizado totalmente el plantel, y con lágrimas en los ojos recordarás todo lo vivido. 

Compartir: