Con una ponencia que hace analogía del texto Cazadores de microbios, de Paul de Kruif, un ícono de la ciencia biológica, la académica Nadia Huerta Sánchez invitó a los estudiantes del CCH a prepararse para acceder al ambiente laboral que se enfoca en la minería de datos, las bases de información y la seguridad cibernética, campos que son de los mejor pagados.
Para ello, se necesita, entre otras cosas, saber trabajar en equipo y considerar a las matemáticas como el pase perfecto para entender el mundo de la computación, dijo tras hacer un recorrido histórico sobre uno de los caminos de la ciencia que ha llevado a la humanidad a configurar recursos de los que hoy no se puede prescindir, como tabletas, teléfonos inteligentes o computadoras.
En la exposición, que fue organizada por Magas cecehacheras y que forma parte de las actividades del Programa Jóvenes hacia la Investigación del CCH, la docente del plantel Vallejo hizo énfasis en que la ciencia es una aventura bella e interesante, con protagonistas humanos, llenos de virtudes y defectos.
En particular, la ciencia matemática puede ser muy bonita, un área para valientes, que requiere mucho esfuerzo, a la que basta con perderle el miedo para que sea fascinante, dijo.
Aprender a pensar
Sobre la computación, explicó que proviene del latín computare y que ayuda a calcular, encima requirió de tiempo, paciencia y muchos inventos para que funcionara como se conoce hoy.
Lo primero, expuso, fue aprender a contar. Después se crearon algunas herramientas auxiliares, los primeros fueron el ábaco y el ábaco soroban. Más adelante se publicaron dos libros: Álgebra y Sumas y restas, del árabe Musa al-Juarismi (780-850), que sientan las bases matemáticas.
En cuanto a los aparatos automáticos para calcular, se refirió a lo realizado por Blaise Pascal (1623-1662) con la llamada Pascalina, una de las primeras calculadoras mecánicas; posteriormente, Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) descubrió el cálculo diferencial integral y en 1673 inventó la primera calculadora.
En 1801, Joseph Marie Jacquard utiliza un sistema de tarjetas perforadas para controlar los dibujos formados por las telas, él inventa una máquina de coser, pero las plantillas o moldes eran una manera de guardar información.
Charles Babbage (1771-1871) crea lo que será la máquina analítica, entre 1837 y 1843, el primer computador de propósito general, más allá de sumar, restar, multiplicar o dividir. Más adelante, Ada Augusta Lovelace (1815-1852) se convierte en la primera programadora de la máquina analítica.
George Boole (1815-1864), padre de la teoría de la informática, retoma el sistema binario, define operaciones y operadores lógicos con el cero y uno, además de utilizar el álgebra de la lógica en base 2; después toca a Herman Hollerith, en 1879, desarrollar un sistema de cómputo para realizar el censo de 1890, lo que le permite que el proceso pase de 7.5 a 2.5 años, a él se le considera el creador de la informática.
Alan Turing (1912-1954) formaliza el concepto de algoritmo; en 1946, destacan las chicas del ENIAC, que trabajaron en la primera computadora electrónica de propósito general, la cual pesaba 2.5 toneladas y tardaba días en programarse, pero sólo ocupaba 10 segundos para resolver 5 mil sumas. En 1964, se informó de la aparición del IBM 360 de tercera generación.
Norbert Wiener (1894-1964), inventor de la cibernética y la teoría de sistemas, se perfilaba para generar un sistema operativo: a John von Neuman le correspondería legar la arquitectura de las computadoras: una unidad central de procesamiento (CPU), dispositivos periféricos de entrada (teclado, ratón) y de salida (impresoras, monitores). Más adelante, llegarían los sistemas operativos: Mac Os, Windows y Unix-Linux, y Android para los teléfonos inteligentes.
