¿Cómo saber cuál es el sentido y significado de mi existencia? Esa pregunta de hondo sentido humano fue planteada por la psicóloga Rosalía Orta Pérez, quien invitó al autoanálisis a los cecehacheros que siguieron la transmisión de su ponencia a través de la página oficial de Facebook del Departamento de Psicopedagogía de la DGCCH.
Para abordar su tema, afirmó, revisó diversos autores que vivieron situaciones límite y buscaron encontrarle sentido a su presencia en el mundo: “Recuperé algunas ideas que nos atañen a todos, como la de Irvin D. Yalom, que sostiene que somos criaturas en busca de significado y que deben hacer frente a la inconveniencia de ser lanzados a un universo que intrínsecamente carece de significado”.
La finalidad de la charla, dijo, es invitar a las personas al autoanálisis en torno a la construcción del sentido de vida personal, “porque buscamos en varios lugares el sentido de la existencia y en la noche nos atrapan pensamientos como el propósito que tenemos en la vida, qué sentido tiene, cuáles son mis metas, hacia dónde voy, y en esta presentación encontraremos muchas preguntas que quizá nos hemos hecho”.
La maestra en Sensibilización Educativa mencionó que hay muchas disciplinas que abordan el sentido y significado de la existencia, de las cuales retomó algunos puntos de la logoterapia, que es una terapéutica fundada en el sentido: “Este enfoque nos da elementos para aplicarlos a la vida cotidiana. Se refiere al sentido más profundo, a las entrañas que tocan al ser humano, ajena a dogmas y en permanente crecimiento. Educa en la responsabilidad y habilita a la persona a vivir más plenamente su propia existencia”.
¿Cuál es mi objetivo en la vida? Ante esa cuestión, mencionó, “nos encontramos con el vacío existencial, esa sensación de no tener certeza de nuestra propia vida, un déficit de significado; hay sentimientos de falta de plenitud, la sensación de que algo nos falta y buscamos llenarlo de mil maneras, y al hacerlo a veces nos sentimos más vacíos que al principio”.
El sentido hay que encontrarlo, sostuvo la profesora del plantel Naucalpan: “Debe ser nuestra primera fuerza motivadora, es algo que se consigue y descubre; no todos tenemos el mismo sentido y significado. Podemos compartir y enriquecernos de la cosmovisión de los otros; sin embargo, la construcción es personal, es una realización de los valores en el marco concreto del destino de nuestra vida, requiere una obligada elaboración de una visión del mundo. Tenemos que construirla, tiene que ser flexible e incluyente. Idealmente debería ser así, no puede ser estática, porque somos seres en constante movimiento con elementos que nos influyen, interceptan y nos dan más material para trabajar en una construcción”.
Hay dos caminos para construirlo, destacó: “Lo que la persona cree y lo que hace y aporta al mundo; eso es lo que nos va dando sentido y requiere un cuadro de valores, una filosofía de la vida, un por qué y un para qué”.
Propuso tres áreas de sentido: Área de actividades, piensa en tres actividades cotidianas y el sentido que éstas tienen en tu vida. Área de valores, amor, bondad, belleza, al pensar en estos valores, recuerda una experiencia significativa en tu vida. Y Área de actitudes, triple desafío: cómo enfrentas las situaciones que te presenta la vida, desde el sufrimiento inevitable, de la culpa imborrable o acercarte al fin de la existencia.
La docente advirtió a los alumnos cecehacheros que les espera una vida plena de sentidos.
